Capitulo 8

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Abre la puerta de su casa y me indica que entre antes que él

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Abre la puerta de su casa y me indica que entre antes que él. Lo hago y una enorme sala me da de lleno. Owen no tarda en prender la luz y puedo observar todo a detalle sin tener que forzar la vista.

El color blanco predomina, al igual que en el exterior de la casa. Es demasiado moderna a comparación de otras casas que vi por el pueblo de Mason Hill, incluyendo la mía.

No me adelanto tanto, me quedo en mi lugar hasta que Owen apoya su mano en mi espalda y me encamina a uno de los grandes sillones bordo.

—¿Pedimos pizza?

Asiento y se da la vuelta en seguida, desapareciendo por el marco de la sala.

Como me quede sola, me permito ver más a mi alrededor. Me da un poco de vergüenza que las personas me vean observar sus casas con lujo de detalles, pero la curiosidad me gana y no puedo impedirme hacerlo.

El living es bastante amplio. Además de contar con dos sillones grande negros, los muebles son de una madera demasiada oscura, la habitación se ilumina con una luz que hay en una esquina, las paredes blancas, algunas pinturas que no tienen sentido a mí parecer, y sobre la chimenea se encuentra algunos portaretratos que me acerco a ver. Hay unos tres en total.

Uno donde se encuentra Owen, rodeado de millones de chicos sin remeras y en el bosque; no pude evitar levantar las cejas y mirar divertida.

Paso al otro y es Owen con dos personas, tienen un aspecto parecido a él, en realidad él parece una mezcla de ellos así que deduzco que son sus padres.

El tercero me deja estática, son dos imágenes en el portaretrato. En una hay una chica rubia sacando la foto y Owen la está mirando de una manera muy dulce, se puede afirmar que la mira con amor. La foto de al lado, son ellos dos nuevamente solo que ahora se están besando.

No puedo evitar sentir una presión en el pecho al ver esa foto, al verlos juntos.

—¿Kyla?

Volteo a la voz, Owen me mira confundido pero no tarda mucho en entender lo que estaba viendo. Volteo nuevamente pero a las imágenes y me las quedo observando.

—¿Quiénes son ellos?— digo pero en realidad quiero preguntar "¿Quién es ella?".

Hay un silencio y después de unos segundos eternos escucho como se acerca a mí.

—Ellos son unos amigos del pueblo—me señala el primer cuadro que vi, los chicos sin remera—. Acá estoy con mis padres—noto una pequeña sonrisa melancólica, pero que desaparece cuando sus ojos se posan en la última fotografía—. Y ella es Jenna, es... era mi novia.

No digo nada, solo lo miro. Se nota la tristeza en sus ojos y puedo ver como la extraña a montones.

—Murio hace dos años—dice en un susurro.

Quiero preguntarle cómo fue que murio, pero me siento muy fuera de lugar haciéndolo.

—Era muy linda—digo sin saber que otra cosa decir, aunque es verdad.

Su pelo rubio natural con ondas. Su pálida piel sin ningún defecto, como si fuera una muñeca de porcelana, y los ojos verdes claros. Es mucho más que linda.

—La amaba—dice después de un rato y me muerdo la lengua para evitar ese malestar en el pecho— y la sigo queriendo, pero no es ella quien está en mis pensamientos ahora. A lo que me refiero...—volteo a verlo y puedo notar un poco de preocupación—, no quiero que al enterarte de esto pienses que sigo estancado en mi antigua relación o que te uso como reemplazo. Kyla, verdaderamente quiero intentar algo con vos con el paso del tiempo. Me estás empezando a gustar, y mucho.

Abro la boca sorprendida, me siento como en las caricaturas cuando las mandíbulas les cae al suelo.

No puedo creer lo que dijo. Ninguno de los dos había aclarado de que nos gustábamos, era un poco obvio o por lo menos eso decían mis amigas. Pero habíamos estado hablando y quedando mucho, sin demostrar demasiado que pasaba algo más.

—Yo...—digo después de un rato pero la sorpresa que me dió no permite que formule alguna oración, al contrario me sonrojo.

Noto como se ríe levemente y ladea la cabeza.

—Está todo bien, no pretendía que me digas algo parecido, solo quería dejarlo en claro.

Me muerdo el labio y el hace una seña al sillón. Nos sentamos en él y el ambiente se torna un tanto incómodo hasta que decidimos qué película poner. Por suerte, él rompió el ambiente, acercándose un tanto a mí hasta que su brazo chocó con el mío; aunque me puse nerviosa, a los dos segundos logre tranquilizarme.

Por diez minutos de película, la pizza llega. Nos pusimos a comer, terminando aquella película y después nos quedamos hablando de temas triviales.

—¿Crees en los hombres lobos?—pregunto de repente, mirando la luna por la ventana.

—¿Qué?—volteo a verlo y me pareció que se tensó por unos segundos, pero creo que lo imagine— ¿A qué viene esa pregunta con la universidad?

Río por lo diferente que es el tema de los lobos con lo que estábamos hablando antes.

—No lo sé—me encojo de hombros—, estaba mirando la luna y me surgio la pregunta. Hay muchas personas que creen en esas cosas.

—Yo no, ¿y vos?

—Nop, tampoco... Aunque estaría bueno que existan, digo, ¿te imaginas un Klaus Mikaelson o Jacob Black?—me río—. Sería el paraíso.

Owen también ríe y me mira con expresión divertida.

—Bueno..., supongo que vas a tener que conformarte con un simple humano—comienza a acercarse a mí y yo retrocedo.

Mi cabeza termina en el sillón; estoy acostada en el y Owen se inclina hacia mí, apoyando una mano sobre el respaldo del sillón para no caer sobre mi cuerpo.

—Creo que podría hacerlo—susurro.

Su sonrisa se ensancha y termina cerrando ese poco espacio entre los dos, juntando nuestros labios.

El beso es un tanto apresurado pero eso no hace que me disguste, al contrario, me encanta. Sus labios son súper suaves y cálidos. Siento como una de sus manos traza caricias en mi mejilla. No puedo, ni quiero cortar este beso por nada en el mundo.

Klaus Mikaelson es de The Vampires Diaries y The Originals; y Jacob Black es de Crepúsculo.

Lazos Peligrosos✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora