Capitulo 30

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Aprieto fuertemente los ojos

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Aprieto fuertemente los ojos. Mis pies duelen y la chica que me está ajustando el vestido me tiene parada hace como dos horas.

Acomodo el celular en mi oreja y suelto un suspiro.

—... ¿Vos, Kyla, queres que le pida algún vestido? —me pregunta Marlina en la llamada.

Me veo al espejo.

—Mmh, no, gracias. Danna, mi compañera de trabajo, me va a prestar uno muy bonito—me excuso.

Bajo la mirada a la chica que está arrodillada y con alfileres en la mano. No me mira y solo sigue en lo suyo.

—¿Segura? No me molesta pedirle nada. Totalmente gratis, eh.

—Si, si—hago una pausa—. No entiendo como es la cosa. Si tu madre es diseñadora, ¿por qué seguís en este pueblo?

—No es diseñadora, es asistente de una... o algo así. El tema es que se separo de mi papá y se fue hace años. Como para demostrarme que supuestamente me sigue queriendo y tratando como una hija, me cumple los caprichos. No me quejo, no la necesito y tiene dinero de sobra gracias a su trabajo, nunca viene mal ayuda como en estos momento.

Levanto las cejas. No digo nada, no es mi problema familiar así que no comento sobre el tema y cambio a otro.

Corto la llamada después de unos minutos y la chica, de unos treinta años calculo, se levanta y da vuelta alrededor de mí, observando todos los detalles de la tela.

—Listo—me da una sonrisa y me entrega la mano para que yo baje del pequeño círculo.

Me deja acercarme al espejo y observo cada perfil de él.

—Es hermoso—susurro.

El vestido es totalmente negro. Dos tiras de tela tapan mis pechos y dejan una franja de piel en el medio, y terminan enganchados alrededores de mi cuello; dejándome toda la espalda al descubierto. La parte de abajo es súper larga, cae libremente y hay dos tajos que llegan un poco más arriba de la rodilla, haciendo que mis piernas queden descubiertas de vez en cuando.

Lo eligió el amigo de Melanny, el diseñador. Supuestamente me dijo ella que él con solo mirar a una persona y observarla sabe que modelo de vestido le va a quedar bien. Veo que no se equivoco.

—Te queda perfecto—me dice con una sonrisa la chica, mirándome a través del espejo.

Me miro un poco más y después me lo saco para colocarlo en la funda.

Después de despedirme de aquella chica, me tiro completamente en la cama, exhausta.

—¡Pase!—grito ya que alguien acaba de golpear la puerta y sinceramente no tengo ganas ni de levantarme a abrirla.

—¿Cansada?

Levanto la cabeza y veo a Ryan apoyado en el marco de la puerta con una media sonrisa.

Lazos Peligrosos✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora