Capitulo 44

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RYAN HOWARD

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RYAN HOWARD

Cuando abro los ojos observo el animal en el suelo.

Un lobo de ojos marrones, pero con un brillo que los hacía más claro que lo normal. Su pelaje en la parte de arriba, toda su espalda hasta las orejas, es negro; a diferencia de su pecho que es de color blanco.

Levanto una mano, fascinado por la hermosa criatura frente a mí, y la llevo hasta su cabeza. El pelo súper suave, es increíble. Se acerca más a mí como si buscara más de mis caricias, que yo no me niego en darle.

—Ky...

Ivy se acerca a ella y extiende las manos y murmura frases, que si no me equivoco son en Latín. Después abre los ojos y murmura algo que no oigo, cuando le pregunto se voltea a mirarme con los ojos abiertos.

—Funciono.

Mis labios se entreabren y siento como mi alma me vuelve al cuerpo.

Funciono...

Vuelvo a mirar a Kyla en su forma lobuna sin poder creerlo.

—El veneno no está en ella como antes. Su lado loba lo está rechazando. Seguramente vomite para sacarlo completamente de su sistema. No se asusten—nos informa—. Los voy a dejar solos y después vendré para volver a chequear que esté todo bien. No salgan del área porque el hechizo no los protegerá, ¿okey?

Asiento. Dudaba que pudiera hablar, la sorpresa y emoción me robo la voz.

Cuando noto que Ivy se empieza a ir, me giro hacia ella y la llamo.

—Gracias, tía.

Me sonríe y niega un poco con la cabeza.

—No tenes que agradecerme nada. El trabajo lo hizo Kyla—mira sobre mi hombro—. Sos muy fuerte—con eso dicho se termina yendo y yo me vuelvo hacia la loba.

No pude evitar soltar un par de lagrimas por la felicidad. Yo no soy de llorar, pero mierda, la situación me había aterrado. Ahora ella está bien. Está bien y no le va a pasar nada. No se va a ir...

Me empuja haciendo que quede tendido en el suelo y se tira arriba de mí. Río mientras la sigo acariciando.

Termino por hacerla a un lado y me transformo, sin importarme haber roto mi ropa. Me acerco a ella y con el hocico acaricio su cabeza.

—Ky.

Se separa de mí y me ve con confusión y curiosidad, lo sé por la forma en que ladea su cabeza y posiciona las orejas.

—Si—digo divertido—. Acabas de escucharme en tu mente.

Una emoción alegre me llena y presiento que es lo que está sintiendo ella, y yo lo sé por la conexión entre los dos.

—Ryan...—oigo su voz y me entran unas inmensas ganas de estar en forma humana para poder abrazarla— Funcionó, Ivy lo dijo.

—Sí, funcionó.

Se echa al piso y yo la sigo, colocando mi cabeza sobre su lomo.

—¿De que color soy?—pregunta después de un rato.

Sonrío mentalmente.

—Mitad pelaje negro, mitad blanco. Y tus ojos se volvieron un tono más claro y más brillantes—hago un pausa después de haberle dicho eso—. ¿Cómo te encontras?

—Dejó de doler todo, supongo que eso es gracias al rechazo del veneno. No lo sé, me siento normal pero a la vez no. Siento mis sentidos al cien. Escucho hasta el más mínimo ruido, y mi vista... wow es increíble, si mi oculista me revisara se sorprendería al notar que podría leer las pequeñas letras que antes no llegaba a leer en el test.

No nombra la conexión entre los dos. Sé que seguramente lo siente porque yo lo hago, pero... tal vez no quiere mencionarla porque no es algo que quiere tener, ¿o no?

Seguimos hablando de cualquier tema y eso me ayuda a dejar de lado la pequeña desilusión que me lleve.

🐺

KYLA REYNOLDS

Ivy apareció con ropa para los dos. Al transformarnos rompimos nuestras prendas de ropa por lo que al volver a nuestra forma humana estábamos completamente desnudos.

Me revisó por segunda vez, después de la hora que pase junto a Ryan a solas, para asegurarse que todo estaba bien. Y si. Ya todo se encontraba bien.

Ya no tengo que preocuparme por el veneno, que poco tiempo después de volver a mi forma humana saque de mi cuerpo al vomitar. Y tampoco me había sucedido nada mientras me transformaba, no había muerto en el proceso.

Sí, había dolido como el jodido infierno. No se comparaba ni de cerca con lo que me imaginaba. Encima con el hecho que el veneno ya me estaba haciendo mierda..., no hay forma de explicar lo que sufrí. Por suerte, después Ryan se encargó de tranquilizarme y hacer que ese dolor disminuya poco a poco, ayudándome a pasar la transformación.

Caminamos hasta la casa.

Por mucho que este abrigada con lo que me trajo Ivy, gracias al calor corporal que me da ser una licántropo puedo no sufrir este clima súper frío.

Antes de llegar a la puerta trasera, está se abre y Owen sale corriendo en dirección a mí. Me envuelve en brazos cuando llega y lo hace tan fuerte que tengo que rogarle por aire.

—Casi me desmayo cuando Ivy llegó y dijo que estabas bien—murmura contra mi cabello.

Sonrío. Y me encargo de devolverle el abrazo con fuerza.

La puerta vuelve a abrirse y sale toda la familia Howard, quien se acerca a mí y Owen tiene que separarse a regañadientes de mí.

Uno a uno me recibe. Amy es la primera, Taylor le sigue, incluso el frío de Bryce y por último Melanny.

Apoyo mi mejilla sobre el hombro de ella y mi mirada contacta con la de Ryan, le sonrío, a la vez que le guiño un ojo.

Había podido salir de esta gracias a todos ellos. Gracias a mi familia. Porque así los siento. Mi familia.

 Mi familia

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