Capitulo 21

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Abro los ojos y me quedo mirando la espalda de Owen

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Abro los ojos y me quedo mirando la espalda de Owen. Se encuentra viendo a través de la ventana, con la mirada perdida. Supongo que está pensando en algo, así que no quiero molestarlo. Solo me quedo callada, observándolo.

La puerta es golpeada y él se da la vuelta para ir a ver quién es.

No sé porque pero cierro los ojos inconscientemente al instante en cuanto él se voltea.

Escucho los pasos de Owen yendo hasta la puerta y después oigo cómo esta se abre.

—Habla bajo porque Kyla está durmiendo—susurra.

Yo sigo sin abrir mis ojos.

Hay silencio por unos segundos.

—¿Averiguaron algo?

—Estamos en eso. Por ahora no sé nada—escucho la voz de Ryan— ¿Cómo durmió?

—Hubo momentos en la noche donde se movía mucho y no dejaba de murmurar cosas. No sé si era por el momento que tuvo ayer, pero eso creo.

No recuerdo haber soñado algo con respecto a lo de la tarde de ayer. Así que tampoco me di cuenta que dormí e hice todo lo que Owen describió.

Una melodía comienza a sonar. Parece como que estuvieran llamando a alguien, y lo confirmo al oír al castaño contestar.

—Ok. Si, voy para haya. Espérenme que en cinco llego—supongo que finaliza la llamada después de eso—. Tengo que encontrarme con mi manada, vamos a ver si podemos encontrar algo.

—Bueno. Llámame si tenes alguna información nueva.

—Si, vos también—hace una pausa—. ¿Le decís que tuve que irme?

—Tranquilo, yo le digo.

—Gracias, por todo, Howard.

Hay otro silencio después de eso. Escucho pasos alejarse pero aún no abro los ojos por precaución. Después de unos segundos, la puerta se cierra, pero antes de que haga algo, hablan:

—¿Hace cuánto estas despierta?

Abro los ojos de repente, confundida miro a Ryan apoyado contra la puerta con una sonrisa divertida.

—¿Cómo?

Se ríe levemente y ladea la cabeza.

—Cuando Owen atendió el llamado, vi como abriste un ojo y lo volviste a cerrar a los dos segundos.

Mierda.

Se acerca y se queda parado al lado de la cama. Me hago a un costado y golpeo el colchón, dándole la señal de que se siente. Lo duda un poco pero lo hace, y yo me levanto para también sentarme.

—¿Cómo estas?—me pregunta, observando cada detalle de mi rostro.

—Mejor—hago una pausa—. ¿Ustedes creen que la persona de ayer fue a mi casa a herirme?

Lazos Peligrosos✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora