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Rosé recordaba como JiSoo repita la acción día tras día, en esa casita del árbol, a pesar de que pasara solo una semana. La puerta se abrió dejando ver a JiSoo que cargaba un peluche de color rosado.

Después de la merienda fueron al cuarto de Rosé donde se encontraban más peluches. JiSoo colocó el muñeco en una parte específica.

—sigo sin creer que hagas eso.—una voz de la puerta llamó su atención, la pequeña Jennie estaba en la entrada.

—¡Jennie!.— las dos corrieron a abrazar a la nueva persona, esta en cambio las separó.

—Park ChaeYoung, yo te regale un peluche y lo tiraste con el montón, nooo pero si es JiSoo ahí vas y lo colocas en un lugar específico.

Rosé río. En realidad los peluches que estaban aparte eran de JiSoo, aunque la mayor dijera que son de Rosé. Siempre los dejaba en un lugar donde no se ensucian ni llegan los gatos.

—¿Te vas a quedar todo el día?.— pregunto JiSoo a su prima y esta asintió.

—hoy es el cumpleaños de la pequeña Rosita.

—¿Porque también me dices Rosita?.— bufo fingiendo molestia.

—¿No te conto JiSoo?.— Rosé negó.— pues conocí a una chica, ella habla dos idiomas y por eso logramos comunicarnos.

—¿Y?.— Rosé sentia la cosa en suspenso, aunque Jennie le dio un final.

—nada, solo cambie de tema.

Las dos mayores rieron dejando a Rosé con un puchero, puchero que JiSoo apretó contra sus labios, provocando un leve infarto a Jennie.

—¿Que pasa?.— la mamá de JiSoo asomo la cabeza debido a los gritos de Jennie.

—nada tía, solo que JiSoo quería comerse el peluche y Rosé lo tiro por ahí.— señaló la cama llena de peluches.

Al estar sin supervisión de un adulto Jennie se volteo con confusión y enojo a las dos.

—se acaban de besar y eso es malo.— sentenció.— la puerta estaba abierta, si las miraban estaban muertas.

𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora