𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔

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Rosé finalmente logró acercarse a JiSoo sin romper en lágrimas, no podía ni ver su rostro sin llorar debido al golpe que había recibido por culpa de ella.

—cariño, ve a jugar con Rosé. Hace tiempo no juegan.— Rosé apretó sus labios para no decir nada.

Odiaba a la señora Kim.

Las dos niñas caminaron hasta el parque que había en la iglesia, ambas se sentaron en los columpios sin mediar palabras.

La mente de Rosé era atormentada, no quería saber la reacción de JiSoo, pero debía saberlo.

—JiSoo.— la llamo mirando el suelo.— me voy a mudar.

JiSoo la observó sorprendida, Rosé se decepcionó al no recibir respuesta, ni una sola pregunta. Los pies de Rosé tocaron el suelo y emprendió camino para irse. Dejando sola a JiSoo.

Cuando la hora de finalizar el grupo llegó, en cuestión de segundos estaban frente a la puerta de la familia de Jennie. Ellos arreglaban su ropa porque no volverían a Corea por un largo tiempo.

—estoy emocionada.— festejo Jennie mientras guardaba unos libros.— me largo de aquí.

—¿Me quieres dejar?.— la melancólica voz de JiSoo fue una pausa para Jennie.

No podía mentirle, estaba ansiosa de dejar el drama e irse lo más lejos posible de su tía. Pero es algo que no le quería decir a JiSoo. Ella sigue atada a la idea de que su madre lo hizo por su bien.

—¿Como crees? Pero creo que sería bueno conocer nuevos lugares, aún más con Rosé. Escuché que iríamos en el mismo avión.

El mundo quedó congelado repitiendo sólo dos palabras en la cabeza de JiSoo. Rose, avión. ¿Cuando dijo que se  mudaria no era sólo de casa?

Corrió en busca del teléfono de su madre y marcó el número de los Park, Jennie suspiraba con impaciencia y molestia.

—¿Te iras con Jennie, Rosé?

—si, compartiremos avión.— la voz de Rosé no demostraban más que emoción.

—quiero que vuelvas, te necesito conmigo. Si no lo estás ¿Quien me abrazara? ¿Quien me dará comida?

—JiSoo.

—no me dejes, Rosé. No sé qué sería de mi sin ti.