𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔

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Hasta que el día llegó. No fue como Rosé esperaba, fue  como Lisa lo imagino.

Pero con muchas más gente lastimada.

Todo empezó con Jennie llegando a casa de Rosé en lágrimas, con un brazo lastimado y sangre en sus manos.

Rosé al ver a su amiga de una forma tan desconsolada y a punto de desmoronarse en sus manos, pidiendo que llamara a sus padres, así lo hizo.

Volviendo todo en un desastre.

Lisa llegó en cuanto escucho las palabras Jennie y sangre llegando antes que los propios padres.

—¿Que ocurrió, Jennie?.— pregunto la madre de Jennie al ver a su hija distraída.

El sangrado se debía a una herida en su brazo, pero no explicaba el porque tanta sangre, la herida no era profunda.

Jennie miraba a la nada, mientas sus lágrimas bajaban en silencio, Lisa se iba a volver loca, Rosé lloraba peor que Jennie, sin saber porque.

Sentía una presión en el pecho, tal como las sentía desde que no volvió a ver a JiSoo.

—¡NOOO!.—Jennie grito haciendo que todos se asustaran.

—todo está bien, Jennie. Respira y todo estará bien.—Lisa abrazo a Jennie dándole consuelo.

—no, JiSoo no está bien.

Todos se quedaron helados y sin pensarlo dos veces la mamá de Jennie salió corriendo en dirección a la casa de los Kim. No sin antes ordenarle a su esposo que llamara a su hermano.

De ahí, todo fue a peor.

La llegada del señor Kim, la mamá de Jennie y JiSoo peleaban a golpes, llevando la delantera la mamá de Jennie, mientras gritaba una frase:

𝓔𝓵𝓵𝓪 𝓮𝓼 𝓾𝓷 𝓪𝓷𝓰𝓮𝓵 𝔂 𝓽𝓾 𝓮𝓻𝓮𝓼 𝓮𝓵 𝓭𝓲𝓪𝓫𝓵𝓸 𝓮𝓷 𝓹𝓮𝓻𝓼𝓸𝓷𝓪.

La mamá de Rosé no dudó en detener la pelea al ver  a su amiga quedar lentamente inconciente, sangrando y con el rostro inflamado.

—¡Dame a JiSoo! Eres un pedazo de basura, le dije a mi hermano que no debía meterse con una persona tan asquerosa y despiadada como tú.

—¡Basta! ¿Ese es el ejemplo que le quieres dar a tu hija? ¿A las amigas de tu hija?.— la madre de Rosé sostenía a la señora Kim.

—¡Si! Quiero que mi hija defienda a su prima y a ella misma a como yo lo hago. Que defienda sus ideales, sus gustos y sus creencias, saldrá lastimada, pero puede golpear con más fuerza.— entró a la casa en busca de alguién.

Gritaba el nombre de JiSoo a todo pulmón, golpeaba las paredes y las jóvenes empezaron a hacer lo mismo en busca de su amiga.

Hasta que Rosé la vio, sintiendo su corazón hacerse pequeño. Derramando lágrimas corrió en busca de la mamá de Jennie.

Ahora ella quería golpear a esa mujer que su madre tenía en sus brazos.