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Lisa esperaba a Rosé en un columpio, quería hablar con alguien que la comprendiera o tratara de hacerlo. JiSoo fue su primera opción, al querer compartir ese descubrimiento por ser muy accesible, pero su madre... Vieja loca.

Rosé en cambio, tenía una madre más flexible, además Lisa juraba haber visto a la mamá de Rosé salir del cuarto de la mamá de JiSoo muy sonriente y antes habían risitas extrañas. Lisa solo esperaba que no se golpearan entre ellas y les pareciera divertido, porque la mamá de JiSoo era extraña.

-¿Que querías decirme?.- apareció una Rosé molesta, con las manos en los bolsillos de su chaqueta.

-¿Aun sigues molesta? tenía que hacerlo.

-no tenías, por tu culpa JiSoo no me habla ¡Me comparó con su madre!

-es tu culpa, no mía. Simplemente no debías entrometerte.

-tienes razón pero no quiero aceptar que fue mi culpa.- Lisa río ante las palabras de su mayor.- dime ¿Que ocurre?

-hoy, en clases.- Rosé aguanto la respiración.- me di cuenta de algo. Descubrí que me gusta una chica.- una corriente paso por el cuerpo de Rosé y Lisa se sintió libre.- es de alguien mayor que yo y...

-lo se, Lisa. Pasaba por ahí y escuche.- Lisa sintió miedo.

¿Y si alguien más la escucho?

-es algo duro y peor, al saber mi relación con ella... Decir ella... Me asusta.

¿Que hacían niñas de 12 años hablando de eso?

-Lisa, tranquila ¿Si? Estamos jóvenes, podemos confundirnos o puede ser algo rápido.

Ese consejo incómodo y alivio a Lisa de algún modo. No sabía realmente lo que sentía o como debía sentirse.

-gracias, sabía que tratarias de comprender.- Lisa empezó a impulsar su cuerpo en el columpio.- ¿Te gustaría intentarlo?.

Con un lápiz en mano, mirando el cuaderno sintió algo de miedo ¿Quien le gustaba? Rosé estaba segura que en la vida todo es por tiempos, nada se quedará a tu lado, sin importar cuanto lo quieras.

Abrió el cuaderno y leyó las respuestas de Lisa, en la cual había plasmado solo un nombre, a Rosé le surgieron muchas dudas, sin ninguna respuesta lógica. Miro a Lisa quien jugaba animada en el columpio.

Se repito que era normal, que no debía alterarse y concentrarse en su vida, no quería arruinar una amistad más.

Rosé cerro el cuaderno con fuerza, miro a Lisa y suspiro sin poder olvidar el nombre que Lisa había escrito... Jennie.

𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora