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Rosé iba a llorar, habían cambiado la fecha de su fiesta, sin decirle nada. Pero si algo le molestaba más, era la mamá de JiSoo y no sólo a ella.

Lisa seguía sin creerlo ¿Que tan mal debe de estar la madre de JiSoo de la cabeza?

—yo solo diré que necesita ayuda.— habló Lisa fastidiada y sorprendida

—yo creo que la muerte es la mejor ayuda.— todas giraron a ver a Jennie con caras indignadas.— ¿Queee?

—no digas eso, Jennie.— soltó Rosé como regaño.— si le pasa algo ¿Cargarias con el peso de esas palabras?

—obviamente, me sentiría tan bien.— JiSoo suspiro ante el comportamiento impulsivo de su prima.

—Jennie ¿Como te sientes?.— cambio la conversación.

—me sentiría alegre y feliz, de no ser por mi tía diciéndome prostituta solo por usar faldas cortas.

—no es lo peor ¿En serio cree que es una invitación? Que asco.— aportó Rosé.

JiSoo no sabía cómo defender a su madre, todas tenían razón y hasta a ella sentía que su madre era muy mala.

—¡Cierren la boca!.— grito Lisa al ver a su amiga a punto de llorar.— ¿JiSoo?

La mayor entre las cuatro asintió con una sonrisa, tratando de quitar sus lágrimas.

—¿JiSoo? ¿Que ocurre?.— Rosé la abrazo.

—¡JiSoo!.— la voz que tanto Lisa como Jennie repudiaban rompió el silencio.— alejate de Rosé, te había dado una orden ¿Lo olvidas?.— JiSoo separó a Rosé de su cuerpo y cambio de lugar.— y tú.— señalo a Jennie.— pequeña ramera, espera a tus padres, que yo me niego a estar con una adolescente que provoca a los hombres por un poco de atención.

Las cuatro guardaron silencio ante el rostro de la mujer. Lisa mordía su lengua, no quería estropear la confianza que tenía con esa señora, después de todo, Lisa era la única persona que mantenía contacto continuo con JiSoo.

La madre de Rosé llamó a todas para cenar, todas bajaron en silencio, el rostro de JiSoo aún expresaba tristeza. A lo que su madre con simple palabras cambió.

—Recuerda las reglas, no olvides que tu cara sería te hace ver como mala hija.

JiSoo mantuvo una sonrisa en su rostro, hablando animada y haciendo bromas. Las tres chicas observaban incrédulas la escena. Al terminar la cena las dos madres se despidieron, las dos primas dejaron la casa, quedando Rosé junto a Lisa.

Las dos se encerraron en el cuarto, esperando a que los padres de Rosé se durmieran, cuando esto paso Rosé le contó todo a Lisa, descubriendo el porque la madre de JiSoo era un asco de personas.

𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora