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Durante las noches JiSoo recibía visitas de sus amigas y novia, muy pocas veces eran de las tres juntas. Aunque las visitas de Rosé eran las más esperaba. El sentir el olor de Rosé y sentir sus brazos rodearla era lo que más amaba.

—¿No crees que las estrellas son hermosas?.— pregunto Rosé observando cielo nocturno.

—tu eres más hermosa, Park.— la menor sonrió, sin ver a JiSoo.— Rosé, mira mis ojos.— pidió JiSoo.

Rosé no quería verla a los ojos, no quería ver la reacción de JiSoo ante su carta. Desde que su relación empezó oficialmente hace unos meses, Rosé no podía evitar llenar su cabeza de dudas y curiosidades. Esa carta era la única forma de poder expresar esa espinita en su dedo.

—no quiero hacerlo, JiSoo.— Rosé miro sus zapatos de color blanco y las pantuflas de JiSoo a su lado.

—hazlo, por favor.— el tono que  JiSoo empleó fue dulce y suplicante, no dudó en verla.

Sus ojos se encontraron bajo la luz de las estrellas y la luna. JiSoo tomó las suaves manos de Rosé y dejó un beso en la mejilla de Rosé. Señalo una estrella, luego la luna, las flores que JiSoo cuido en esos meses y un lindo gatito.

—¿Que con eso?.— una dudosa Rosé miraba los ojos de JiSoo tratando de no perderse en ellos.

—todo lo que señale es hermoso, pero nunca se compararan con lo hermosa que eres. Todos tienen una importancia que desconozco, pero conozco lo importante que eres para mi, aun más grande que la luna o las estrellas. Ese pequeño gatito debe ser cuidado y yo te cuidare más de lo que cuide a esas flores y ese gatito. Rosé, eres lo mejor de mi vida.

—JiSoo...

—Rosé, es normal que tengas miedos y dudas, ambas somos unas niñas que no conocen el amor para nada. Somos tontas que pueden ser engañadas y sufrir decepciones. ¿Pero que crees?.— soltó la mano de Rosé y estiró su cuerpo.

—¿Que?.— Rosé tomó la mano de JiSoo.

—quiero ser tu tonta.— sonrió en grande, cerrando sus ojos y haciendo que Rosé suelte un gritito agudo.— yo te enseñare que es el amor y tu a mi. Y así me aseguró que no me engañas, porque no sabes.— bromeó.

—Kim JiSoo.— Rosé beso los labios de JiSoo.— eres tan linda.

—Park Rosé ¿Quieres ser mi novia? ¿Demostrarlo sin miedo y caminar tomadas de las manos? ¿Poder besarnos siempre que deseemos? ¿Y adoptar tres perritos?

—¡Claro que si!.—Rosé unió sus labios nuevamente. Sintiendo lo suave y agradable que era besar a JiSoo. Sintiendo como su mera existencia se desvanecía en los labios de JiSoo y como su felicidad crecía.

Kim Rosé no suena mal... Tampoco Park JiSoo.

𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora