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Rosé mordía sus uñas con impaciencia. Lisa y Jennie seguía el plan a como se ordenó. Rosé quería llorar.

Hoy era el día en que Rosé se declararía, donde le diría  JiSoo que la quería y la cuidaria todo el tiempo que se le permitiera.

Rosé conocía las consecuencias pero no les temia, sabía que JiSoo la aceptaría, sabía que JiSoo la quería y que la cuidaria.

Había planeado todo, desde la carta, el regalo, el estar sin la vieja bruja de su mamá, el lugar, las decoraciones, todo. Era perfecto.

Rosé miraba el tiempo pasar, a Lisa y Jennie siguiendo el plan y cuando el reloj marco las cinco de la tarde corrió a su posición. Se subió al techo de una casa abandonada y espero. Las voces de las chicas se acercaban y la puerta fue abierta.

Justo a tiempo pensó Rosé, JiSoo camino en dirección a su amiga y la abrazo con todas sus fuerzas, habían pasado tres días sin verla, pensó que el día en que la vería sería el Sábado, pero hoy era Miércoles.

El sol comenzo a bajar, dejando ver un lindo amanecer, con colores anaranjados, rojos y el azul siendo un entrometido para gobernar en todo el cielo después, Rosé suspiro.

—JiSoo.— la llamó con seriedad, la nombrada dejó de ver el cielo y miro a su amiga.— ¿Te gusta el cielo?

—me encanta.— volvió a ver el cielo con asombro, definitivamente era lo mejor que existía en el mundo.— quisiera verlo siempre.

—eso que sientes...— ante el silencio JiSoo miro a su amiga.— es lo mismo que siento por ti.— JiSoo quedó helada.

—¿Que?

—me gustas, JiSoo. Desde hace unos años me di cuenta de lo que sentía. Desde pequeña siempre fuiste lo que quería ver todos los días. Eres lo que más quería a mi lado, lo que quería proteger y llenar de mucho amor.

»Después me di cuenta que no era un sentimiento de amigas. Al crecer logre ser consiente de lo que sentía y lo que significaba ese sentimiento. Muchas veces me gustaban los niños, pero solo pensaba en tí y como ese sentimiento era pequeño comparado a como me sentía contigo.

No estoy en la edad suficiente para decir te amo o que ésto es amor, pero me gustaria descubrir ese sentimiento a tu lado, ambas tomadas de las manos y ser felices el tiempo que se nos permita.

Desde pequeñas prometimos estar juntas, morir juntas, cuidarnos y siempre ser unidas. Lo hicimos como amigas, ahora yo te lo ofrezco como una persona la cual se interesa en tí.

JiSoo ¿Me permites ser la afortunada persona que cada mañana pueda ver tu cara? ¿Me permites ser la dueña de la mayoría de tus sonrisas? ¿Me permites ser la persona que pueda estar contigo? ¿Me permites tomar tu mano?

JiSoo miro el suelo y sonrió. Miro los ojos de su amiga, la tomó de las manos y con todas las fuerzas que su cuerpo le permitía soltó la respuesta.

—no. No puedo, Rosé.— la menor dejó de sonreír y separó sus manos.— y creo que lo mejor es dejar de ser amigas.

Sin decir más y sin oír las palabras de Rosé, se fue.

𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora