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El grito de Jennie atormentaba a JiSoo, así que optó por preguntar a la persona en que más confiaba.

—mamá.— la mujer cerró la biblia y miró a su hija con un poco de gracia.

—dime, cariño.— coloco una sillita para que su pequeña se sentará.

JiSoo rio nerviosa. Se colocó frente a su madre a una distancia que ella creía prudente. Sabía que su madre la iba a comprender y la aconsejaría.

—tenía una duda. Ayer mientras jugábamos en el cuarto de Rose, Jennie me asustó mucho. Me grito y dijo que hice algo malo.—miró el suelo con nervios.

Era su mamá ¿Que podría hacerle?

Su mamá es la que le da cariño, la que la apoya, la que la abraza y consuela cuando está triste. No podría hacerle nada.

—no te preocupes, sabes perfectamente como es Jennie. Pero, de igual forma dime ¿Que hiciste tú?

—bese a Rosé.

La pequeña JiSoo quedó impactada. Todo pasó muy rápido, llevó su mano a la mejilla que su madre golpeo a puño cerrado. El sabor metálico se hizo presente al igual que sus lágrimas.

—¿¡Que acabas de decir, Kim JiSoo!? ¿¡ESTÁS LOCA!? Dios, ¿Que hice mal? ¿Porque me das una hija satánica?.— otro golpe fue dirigido al cuerpo de JiSoo, este le dio en la cabeza.— ¡Yo no quiero una hija así! Son un asco.

JiSoo se sentía tan mal. ¿Su mami la golpeo? ¿Solo por eso?

—mamá, no...

—¡Callate, basura!. No quiero oírte, eres una deshonra. Y justo llamaré a mi amiga Park, para que corrija a esa niña asquerosa.

JiSoo sintió miedo. La mamá de Rose no dudaba nada en darle golpes a Rose.

La mujer camino hacia el teléfono y a su lado una JiSoo que quería explicar la situación.

No debían lastimar a Rosé, no a su linda Rosé.

—¡Mamá!

—¡No me llames así, basura!

—¡Pero si tu lo haces con la mamá de Rosé!

—no seas mentirosa, basura. Yo no hago cosas repugnantes y menos mi amiga.

—siempre le das un beso en la mejilla.

JiSoo mintió por primera vez en su vida.

—¿Fue un beso en la mejilla?.— JiSoo asintió.— no en los labios.— la menor negó.— por Dios, me diste un susto.

Fue lo único que su madre dijo, no pidió disculpas, ni curo sus heridas. Solo empezó una platica con la señora Park, mientras observaba a su hija de 8 años llorar.

𝚁𝚄𝙻𝙴𝚂 ◌ 𝕮𝖍𝖆𝖊𝖘𝖔𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora