Dylan abrió la puerta después de que habían tocado.
—Hola, soy Max, mucho gusto— levantó la mano para saludar.
—Hola, soy Dylan, el gusto es mío— tomo la mano agitándola de modo de saludo.—¿A qué se debe tu visita?
—oh, si, el campus ya está lleno, todos excepto la 103 ¿Es esta?— pregunto amablemente.
—si, es está, ¿Vivirás conmigo? No me avisaron. Ven pasa— se hizo a un lado para que el nuevo residente entrara.
—Gracias— agarro sus maletas y entro observando todo lo ordenado que estaba.— wow, ordenas todo muy bien, normalmente estaría desordenada.
—Me gusta más el orden.
—Se nota. ¿Dónde me quedaré?
—En la habitación de por allá.— dijo señalando una puerta blanca.
El apartamento era pequeño, solo tenía dos habitaciones, un baño, la sala y cocina eran casi una, el apartamento era muy pequeño, pero estaba decorado con cosas muy lindas, eso lo hacía ver más bonito y ordenado.
Max entro al cuarto, observo todo y se metió para luego subir su maleta en la cama y empezar a ordenar toda su ropa en los cajones. Al terminar de hacerlo, salió del cuarto y fue a la habitación de Dylan, tal vez podría conocerlo más.
—¿Puedo pasar?— pregunto tocando la puerta ligeramente.
—claro, adelante— contestó.
—¿Qué haces?— pregunto abriendo la puerta de la habitación.
—Estoy haciendo una tarea— dijo mientras no quitaba la vista de la pantalla que tenía enfrente. Su cama estaba llena de libros y notas, había marcadores y plumas al rededor de él y tenía notables ojeras de un color morado, estaba pálido y apenas podía mantenerse sentado en medio de su cama.— ¿Cómo no lo había notado antes?— se pregunto Max.
—¿Estás bien?
—si, claro estoy bien, ¿Por qué preguntas?
—Es que te ves muy mal, deberías descansar un poco.
—No necesito dormir, tengo que terminar mi trabajo.
—Debes dormir— arrebató la computadora de las piernas de Dylan y suspiro volviendo a hablar— no te conozco mucho, pero sé que necesitas dormir, te hará daño no hacerlo, podrías enfermarte.— dijo preocupado.
Suspiro y volteo a Max— si lo hago, ¿Me darás mi computadora y dejaras de molestarme?
—solo si descansas.
—Bien, en ese caso, despertaré en una horas— se recostó entre sus cosas y se quedó profundamente dormido antes de escuchar lo que tenía que decir Max.
—No puedes dormir aquí, no hay suficiente espacio— se hizo un silencio y Max al no escuchar nada, reviso si ya se había dormido Dylan. Suspiro y lo cargo hasta su habitación. Lo recostó en un espacio que hizo y lo dejo dormir después de apagar el foco y cerrar la puerta.
Max no conocía a Dylan, pero se veía que el segundo mencionado se esforzaba demasiado por sus calificaciones, si seguía así, empeoraría y se enfermaría, problablemente en las clases iría a la enfermería por desmayarse o enviado a dirección por quedarse dormido.
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Una oportunidad más
CasualeDylan es un chico de 17 años que vive solo en el campus, pero pronto llega alguien para hacerle compañía y cuidarlo.