⚠️capítulo largo⚠️
((leer hasta el final porfis))
El reloj marcaba las 4:30 am y Yoonhye se despertó. Toda la habitación estaba en penumbras, las persianas bajadas y su lamparita de noche apagada. Volvió a girarse hacia el otro lado y no consiguió pegar los ojos nuevamente. Se levantó de la cama y caminó despacio hacia la ventana, levantó una persiana y vio como algunos pequeños copos de nieve caían al asfalto de la calle cubriendo todo de blanco.
Estaba nevando en el día de Noche Buena. Eso la hizo sonreír un poco.
Agarró su abrigo térmico, el que le llegaba hasta las pantorrillas, y se calzó las pantuflas. Bajó con cuidado de no hacer mucho ruido con sus pisadas sobre la moqueta hasta que llegó a la cocina. Sacó una taza del estante y se preparó leche caliente con miel.
Aún con la taza humeante se dirigió hacia el porche de la casa. Se sentó en las pequeñas gradas y no cerró la puerta, solo la juntó para que no entrara el frío al interior.
Juntó sus rodillas y se arrepintió de no haber traído un gorro. Se le congelaría el cerebro así que se apuró en tomar su bebida para conseguir algo de calor.
Faltaba poco para que sean las 5 de la mañana y en lo largo del horizonte recién se asomaba un rayito de sol, casi diminuto e invisible. Todo el pequeño jardín de la casa estaba cubierto de nieve. Metió la mano en uno de los bolsillos y encontró su teléfono enrollado por los auriculares.
Los primeros acordes de Anchor de Novo Amor sonaron y solo trató de relajarse escuchando la bella y calmada melodía. Formaba parte de la lista de sus canciones favoritas y siempre lograba relajarla cuando pensaba mucho en algo o en este caso, en alguien.
Sin percatarse sus ojos comenzaron a picarle para después dejar caer las gotas saladas que sin éxito logró contener. Era tan temprano que no había nadie caminando por el vecindario. Solo eran ella y la nieve que poco a poco cubría más el asfalto de la calle. La brisa gélida se llevó cualquier rastro de las gotitas que caían de sus ojos a sus mejillas.
Después de varios minutos intentado darle una respuesta a su corazón que no dejaba de palpitar fuerte al recordar a Jimin y obligarla a que tome una decisión rápido, se puso de pie y terminó la bebida para adentrarse a la casa.
No soportaba sentirse así, tan afligida y como si le estuvieran arrancando el corazón. Pareciera que el mundo le estuviera haciendo saber que haber terminado con Jimin fue su mayor error.
Dejaría las cosas tal y como estaban. Para ella era lo mejor así, continuar con su vida sin mirar atrás. Todavía tenía que concentrarse en su carrera, obtener buenas calificaciones en sus prácticas, presentar una buena tesis y graduarse lo más pronto posible.
Se cambió por algo más cómodo y bajó a la cocina a preparar algunas galletas navideñas con ayuda del libro de recetas que había ahí.
No superaría nunca las galletas de su abuela, pero al menos tendría un momento tranquilo al prepararlas.
(...)
Esa mañana fue el último en despertarse de la casa. Abrió como pudo sus ojos y vio que eran más de las once de la mañana. Apenas había cerrado los ojos unas cuatro horas, pues tuvo que madrugar para ir a la oficina de correos de la ciudad y hacer lo posible para que el regalo de Yoonhye llegase a tiempo temprano para mañana. Le dijeron que la pequeña caja llegaría en tres días a Daegu y tuvo que recurrir a su billetera para sobornar al encargado. Al final lo consiguió.
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Diferente a las demás; [Park Jimin]
Romansa¿Cómo fue que me enamoré de ella?... Min Yoonhye no es como las otras chicas, no usa tacones ni ropa diminuta. No usa maquillaje y tampoco viene de una familia adinerada. Sin embargo, su sencillez y generosidad fue suficiente para enamorar a Park Ji...