Diferente a las demás; [Park Jimin]

35.

Yoongi observó a su hermana llegar a casa llorando, él se encontraba en la sala viendo un programa de cocina con Holly en su regazo. Los sollozos de su hermana eran fuertes cuando subió corriendo las escaleras huyendo a su habitación.

Y definitivamente para Yoongi el causante de esas lágrimas era Jimin. No podía hacer nada porque aceptó ayudarle con su plan, pero ahora que acababa de presenciar uno de los peores llantos de su hermana se estaba arrepintiendo de todo. Solo esperaba que Jimin se apure en meter tras las rejas a su padre y que todo vuelva a ser como antes.

Después de unos minutos, apagó la tv y dejó a Holly dormir en el sofá, mientras él subía con cautela al cuarto de Yoonhye.

La escuchó llorar tras la puerta y tuvo ganas de matar a Park Jimin. Tocó la puerta dos veces hasta que escuchó la autorización de Hye para que entre.

La habitación estaba a oscuras y la única luz que alumbraba a través de las cortinas era la de la luna. Prendió la luz y observó el pequeño bultito que estaba debajo de las sábanas.

Yoonhye seguía llorando.

—¿Puedes apagar la luz, Yoongi? —pronunció entre espasmos.

—No se ve nada con la insignificante luz de la noche.

Avanzó y se sentó en el borde de la cama.

—Sal de ahí, Hye. —le dio una palmadita en su pierna.

—¡No quiero! —protestó.

Yoongi suspiró y contó hasta diez para mantener la calma con su hermana porque ella lo necesita.

—¿Qué sucedió? —preguntó cuando ella sacó la cabeza de su escondite. Tenía los ojos hinchados y rojos, el cabello desordenado.

—Él es malo, Yoongi, muy malo —apenas dijo y volvió a llorar—. Siempre tuviste razón, me advertiste que me alejara de él y no lo hice. Si tan solo te hubiera hecho caso, ahorita no estaría llorando por alguien como él.

Yoongi tenía las cejas fruncidas porque sea lo que sea que haya pasado entre Jimin y su hermana, aquí la que salió más dañada y dolida es Yoonhye, y eso comenzaba a cabrearlo.

La pequeña volvió en esconder su cabeza en las sábanas y las lágrimas volvieron a mojar su almohada.

A Yoongi le jodía ver así a su hermana, nunca la había escuchado tan mal, tan dolida, sus llantos eran fuertes y hasta pudo ver como se cubría la boca con la almohada para que no alertara a los vecinos que en esa casa estaban torturando a alguien. Ni siquiera cuando terminó con Jiwon la vio así, tan pequeña y vulnerable. Con Jimin, todo había cambiado, Yoonhye sonreía más y disfrutaba ser como era: a veces como una niñita pequeña y otras como una chica madura de su edad.

Después de varios minutos, Yoongi se quedó esperando a que su hermana se tranquilice mientras le sobaba la espalda. Ella sacó la cabeza, de nuevo.

—¿Podrías pasarme un poco de papel para mis mocos? —preguntó.

Tan adorable.

Yoongi le pasó un rollo de papel que estaba encima de su cómoda.

—¿Qué te dijo Jimin?

—No menciones su nombre. Es un tonto sin sentimientos que le gusta jugar con las personas. —y con eso fue suficiente para que Yoongi saque sus propias conclusiones.

—Ese hijo de...

—Exacto, lo mismo iba a decir yo pero sabía que me gritarías por decir malas palabras.