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Pudo sentir como sus palpitaciones de ser aceleradas y eufóricas pasaron a ir despacio por el frío que le recorrió al dorsal y parte de la nuca. Parpadeó pensando que era una de las bromas de Yoongi.

—¿Qué?

—A Yoonhye le gusta Hanjun, Jimin —repitió como si estuviera en problemas.

—¿Ella dónde está?

—Jimin, ya es muy tarde para que vayas a buscarla. Te estaba llamando para decírtelo, pero tú-

—¡DIME DÓNDE ESTÁ!

Estaba perdiendo los papeles y no sabía que hacer.

—Dijo que iba a salir con Hanjun a caminar por la plaza. Pero, Jimin ella se fue hace una hora, tal vez está en otro lu-

Colgó la llamada antes que dijera algo más. Yeonha estaba detrás de Jimin y cuando vio que quiso correr lo detuvo agarrándolo de su muñeca. La señora no sabía por qué Jimin tenía el rostro asustado y desencajado, pero aun así le entregó el paraguas.

Afuera llovía como si el sol nunca más quisiera salir. Eso no fue impedimento para que Jimin deje el lugar y fuera a buscar a Yoonhye.

Su temor era que si ahora a Yoonhye le gusta Hanjun y si le dice sobre sus sentimientos ellos podrían... No. Jimin sacudió su cabeza sacándose esos pensamientos. Debía llegar antes que eso pasara, de lo contrario la perdería y esta vez si la perdería de verdad.

Su teléfono seguía vibrando en su bolsillo, y supuso que era Yoongi, sin embargo, él no tenía tiempo para responder. Ahora lo único que le importaba era llegar donde Yoonhye.

El miedo se iba transformando en enojo y Jimin no podía evitar formar puños.

Corrió por las calles y casi se resbala al voltear una esquina.

Si alguna vez le preguntaran a quien ama más en este mundo, respondería sin dudar el nombre de Yoonhye. Porque ella es la única que le trae tranquilidad a su corazón, que lo acobija con amor cuando llora. Porque cumplió su promesa en nunca dejarlo solo. Fue la primera en quererlo y amarlo con su actitud de mierda que a veces tenía.

Esa chica de estatura baja, cabello largo, nariz pequeña, dulce sonrisa, la chica de vestidos, como quieran llamarla, es su vida entera. Y si ella lo deja, no volvería a sonreír, sus heridas en los nudillos volverían a sangrar y no sería capaz de querer a otra mujer que no sea ella.

Desde el día que manchó su camisa de café supo que le traería muchos problemas. Pero nunca se le pasó por la cabeza que esos problemas le traerían paz, tranquilidad, y lo cambie radicalmente.

Detuvo sus pasos cuando la vio a unos metros más allá, abrigada de la cabeza a los pies, y en frente de ella estaba Hanjun.

Pudo haberse acercado y llevarse a Yoonhye de ahí, realmente pudo hacerlo, pero el hecho de verlos besándose debajo de la lluvia como si fueran los protagonistas de su propia película de amor le destrozó el corazón.

El paraguas se le resbaló de la mano y no supo bien si sus mejillas estaban húmedas por las gotas de agua que caían o eran las lágrimas que él derramaba.

Muchos dicen que el tiempo se detiene cuando realmente te enamoras, cuando ves a la persona con la quieres pasar toda tu vida. Para Jimin el tiempo se detuvo al ver como el amor de su vida estaba besándose con otro hombre.

Decir que le dolía el corazón al verlos era poco, le estaba desgarrando el alma entera porque sentía que una parte de él se estaba yendo.

Agachó la cabeza, derrotado, al darse cuenta que la había perdido. Giró sobre sus talones y comenzó a caminar alejándose de esa escena. No podía seguir viéndolos.

Diferente a las demás; [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora