27.

91 8 0
                                    


—¿Y si no nos dice nada?

—No creo, Yoonhye. Estoy seguro que él sabe cosas que nosotros no pero no nos quiere decir. Y por su bien físico y mental será mejor que abra la bocaza.

Ambos caminaban dentro del hospital hasta que pararon en la recepción y preguntaron por el doctor Hwang. La enfermera les dijo que estaba ocupado con un paciente, que tenían que esperar unos treinta minutos.

Esperaron afuera del consultorio del doctor mientras conversaban hasta que Yoonhye dijo algo que cayó por un tiempo.

—Suga.

–¿Mmm?.

–¿Crees que él sepa por qué mamá se fue y nos abandonó?.

Su hermano giró a verla con el ceño fruncido.

–Eso ya lo sabemos. Esa mujer se largó por que nunca fuimos nada en su vida. Punto.

–No lo sé Yoongi. Digo..

–Ella nos odia, Yoonhye. Fuimos un estorbo en su vida. Recuérdalo.
  
Justo en ese momento el doctor apareció y los invitó a pasar. Se sentaron frente a su escritorio, Yoongi serio y a la vez emanaba cierto odio. Y su hermana tranquila jugueteando con sus dedos en su regazo.

–Bien. ¿En que les puedo ayudar?

El primero en atacar fue Yoongi.

—¿De donde conoces a nuestro padre y a nosotros?

El señor Hwang abrió los ojos de par en par sorprendido por la actitud de Yoongi.

–Supongo que vinieron hasta acá para aclarar su dudas y no para un chequeo. ¿Cierto?

–Eres un hombre listo Hwang. –refutó Yoongi

Yoonhye desde su sitio observaba como se desafiaban con la mirada.

–Empecemos entonces: Yo conozco a su padre desde el instituto. Éramos amigos y siempre lo fuimos. Era un poco rebelde y frío en algunos momentos en la adolescencia. Igual que tú, Yoongi. Pero a pesar de eso siempre fue destacado en matemáticas. Incluso yo le pedía ayuda en algunos problemas. Siempre fue maduro, pensaba con la cabeza fría ante todo. Vivíamos en el mismo barrio de Daegu. Tenía tantas metas en el futuro, irse a estudiar a otro país, hacer crecer su propia empresa, comprar su casa, su propio auto. Pero llegó alguien en el instituto que lo cambió por completo e hizo que su futuro se viniera abajo. Yoondae. –

El mayor de los Min se tensó al instante al escuchar ese nombre. Por suerte su hermana estaba a su costado para tomarle su muñeca y tranquilizarlo. El que digan el nombre de su madre ponía los nervios en descontrol a Yoongi y su hermana lo sabía.

La mirada de Hwang iba de Yoonhye a Yoongi y viceversa, tratando de que lo que estaba narrando llegue a lo mas profundo de los Min y entiendan lo que pasó verdaderamente.

–Ambos se enamoraron perdidamente, y para ser sincero estuve celoso porque en ese tiempo tambien me gustaba Yoondae. Me moría por ella. Pero sabía que su padre la quería demasiado y dejé que él la conquistara, y funcionó. Su padre amaba a su madre, chicos. Pero lamentablemente ella no. Durante los primeros años de relación, ellos eran felices pero después vi que Yoondae ya no sentía nada por su padre. Y digo esto porque cuando su padre era cariñoso con su madre, ella se alejaba o se incomodaba. Quise salir de dudas y le pregunté personalmente a ella, y lo afirmó. –hizo una pausa —Y por supuesto que se lo conté a su padre, era correcto que lo hiciera, pero él estaba tan cegado que no me creyó. Incluso llegó a pensar que mi intención era separarlos y que yo me quede con Yoondae, pero nunca fue así. Recuerdo que él se enojó muchísimo y terminó golpeándome y rompió con nuestra amistad.— miró seriamente a Yoongi y pensó que si le estaba creyendo, aunque en realidad era así. Continuó.

–Después pasaron 5 o 6 años, no recuerdo bien, pero volví a ver a su padre y Yoondae estaba embarazada para ese entonces Yoongi era el que venía. En todo ese tiempo que no vi a su padre estuve estudiando en Londres, y cuando volví vi a su madre que era mas cariñosa con su padre y que las cosas iban mejor. Pero me equivoqué.

—¿Por que se equivocó, Hwang? –preguntó Yoongi. Hasta el momento la menor mantuvo su boca sellada y solo se dedicó a escuchar.

Jamás pensó que su madre nunca quiso a su padre, para Yoonhye ellos eran la familia feliz, claro, hasta que llegaron las humillaciones, a veces golpes y todo cayó de pico. Ella creía que al menos siendo jóvenes se querían pero el amor no es unilateral y eso no sabía su padre en aquel entonces. Por supuesto que creía las palabras del doctor Hwang porque las partes coincidían tristemente. 

—Me equivoqué porque un día escuché a su madre gritar que no quería tener a ese bebé, que su vida se había arruinado que su futuro se había fregado y que... quería abortar al bebé.

Yoongi se puso tenso y apretó los puños volviendo blancos a sus nudillos.

—Eso fue lo peor que escuché de ella. Hablé con su padre sobre el estado de ella y no lo podía creer. A pesar de la última pelea que tuvimos no me importó, no me importó si el me seguía odiando porque eso no se trataba de él, se trataba de ti Yoongi. Tu no tenias la culpa de nada. –soltó un suspiro pesado y continuó: –Después de eso su padre y yo volvimos a hablar y llevamos la fiesta en paz, de vez en cuando salíamos a un bar a recordar los viejos tiempos y todo iba bien. Creí que su madre ya estaba mejor, que reflexionaría. Hasta que un día fui a casa de su padre a dejar un par de herramientas que olvidó en mi casa y vi a Yoondae tirada en el piso desmayada y una botella de alcohol al filo de las escaleras del segundo piso. Y supe que quiso quitarse la vida. Auxilié a su madre, aunque en realidad te auxilié a ti Yoongi. Cuando llegué al hospital en donde trabajaba, hable con los encargados de obstetricia y dijeron que si la traía unos minutos mas tarde el bebé moriría.

—Ella no pudo hacer eso. Mi madre no hizo eso.

—Yoonhye, yo sé que a pesar de todo quieres a tu madre pero es verdad. Ella quiso acabar con su vida y la de Yoongi. –ella volteó a ver a su hermano y pensó que lloraría pero no lo hizo, sus ojos estaban llenándose de lagrimas  pero no derramó ninguna.

—Es todo lo que quería saber. Vámonos Yoonhye.

Yoongi se puso de pie y ni siquiera se despidió de Hwang, solo salió en busca de su auto para volver a casa. Ya no quería escuchar mas, era suficiente. Su corazón ya no aguantaba mas.

Yoonhye se despidió del doctor y salió detrás de su hermano. Llegaron al estacionamiento y subieron al auto. Yoongi manejó tan rápido que en unos minutos llegaron a casa.

El mayor entró a su habitación y se encerró. Su padre no estaba en casa. Pero en ese momento a Hye solo le importaba el estado de su hermano. Tocó la puerta y como era de esperarse no abrió.

—¡Déjame solo Yoonhye!

—Yoongi, hablemos. No te encierres por favor.

Ella volvió a recordar como antes su hermano se encerraba para no escuchar las discusiones de sus padres y sintió ese pánico de nuevo. El de quedarse sola esperando a que sus padres dejaran de insultarse o gritarse.

—¿Yoongi? Suga, abre la puerta si... ha-hablemos, no te encierres asi...

Sin darse cuenta ella estaba llorando. Y su hermano al escuchar el primer sollozo de su pequeña hermana, salió y la abrazó. Le dio un beso en la coronilla y ella se aferró mas a él.

Esa noche durmieron juntos como cuando eran niños. Aún sabiendo que a Yoongi no le daba de cuidar a los niños, cuando nación su hermana se encargó de cuidarla él mismo, su madre salía cada noche y él se quedaba cuidando de su hermanita, le cambiaba los pañales, le contaba cuentos antes de dormir, hacían pijama das, le asustaba con historias de terror. Y aunque no era tan bueno en la escuela le enseñó todo lo básico de matemáticas a Yoonhye. Pero lo que se prometió a si mismo era cuidarla de todo lo malo, y si eso involucraría dejar de vivir por su hermana así sería. Solo por ella.

Diferente a las demás; [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora