01: ¡Eres un sinvergüenza!

884 43 31
                                    


Capítulo 01.

¡Eres un sinvergüenza!

GLORIA.

Buscaba desesperadamente mi cartera para ya pronto largarme de ese lugar, pero no lograba encontrarla por toda la habitación. A la mierda la cartera, tomé dinero del cajón, lo suficiente para pagar todo lo necesario. Verifiqué que nada importante me hiciera falta, y le envié un mensaje a Simone, pidiéndole unos días de posada. Suspiré mientras veía detenidamente la habitación y pensaba en aquellos momentos tan maravilloso que había vivido a su lado... Sacudí la cabeza, tratando de evitar pensar más en él y en su traición. Tomé el par de maletas que había preparado, y bajé con prisa las escaleras, para tratar de no encontrarme con él. una vez que bajé, pude verlo sentado justo en la entrada, viendo hacia un punto fijo de la principal, como si fuese lo más interesante. Decidí ignorarlo, y hacer como si no lo hubiera visto, pero él me vio y se levantó rápidamente para tomarme del brazo, impidiendo que me fuera.

— No, Gloria, no te vayas sin antes explicarte todo.

— Suéltame, por favor —dije guardando calma.

— Primero escúchame, mi vida.

— No me digas mi vida —hablé entre dientes, conteniendo todo el coraje que sentía.

— Está bien, pero déjame aclararte las cosas, por favor.

— ¡¿Qué cosas, Armando?! ¡¿Qué me vas a decir?! ¡¿Cómo te acostabas con otras mujeres mientras me jurabas que me amabas?! —grité, perdiendo toda mi paciencia, cosa muy rara en mí, y descargando toda mi furia en quién más se lo merecía.

— Sólo fue una... —dijo Armando en un susurro, cabizbajo.

— ¡Pero fue más de medio año!

— Sólo fue un mes...

— ¡Eres un sinvergüenza!, ¡Te odio! —grité harta de cinismo.

— Gloria, entiéndeme, me tenías muy desatendido con tu trabajo —trató de justificarse, al mismo tiempo que se encogía de hombros y me miraba con algo de culpa.

— ¿Y eso te da derecho de serme infiel, Armando? —sollocé harta de aquella situación.

— Yo sé que no, pero...

— No te quiero escuchar más. No me busques por ningún lado, no quiero volver a verte en mi vida, ¿Entendiste? —dije interrumpiéndolo.

Tomé mis maletas y salí de la casa para subirme a la camioneta e irme. Encendí la camioneta y en ese momento me maldije a mí misma por no saber manejar. Bajé del auto y saqué mi celular para pedir un taxi hacia la casa de Simone, mi único consuelo en esos momentos.

Me encontraba llorando sin parar en brazos de mi mejor amiga, Simone. Le expliqué a Simone lo que había pasado y sólo logré que odiara aún más a Armando. Me sentí una estúpida por no haberme dado cuenta antes de lo que estaba pasando. Me sentía culpable porque de una u otra manera Armando tiene razón en que me enfoqué bastante en mi trabajo y desatendí a mi marido. Estaba totalmente desecha.

Al fin pude calmarme un poco y descansar un momento. No me agradaba mucho la idea de tener que quedarme en la casa de mi mejor amiga y su esposo, pero por el momento no tenía mucho dinero en efectivo, y tampoco podía hospedarme en un hotel, si lo que quería era evitar escándalos.

Saqué mi móvil, y lo primero que apareció fueron las más de 20 llamadas perdidas que había mandado Armando. No estaba de humor para tener que escucharlo de nuevo, así que solo apagué el celular y lo aventé a un lado de la cama. Quería quedarme recostada, sin moverme para nada, pero mi estómago rugía de hambre. Fue entonces cuando recordé que no había probado bocado desde antes del mediodía, y ya pasaba de la media noche. Me levanté del colchón y caminé hasta llegar a la puerta de la cocina, donde escuché un par de voces que llamaron mi atención. Me asomé por la pequeña ventana de la cocina y divisé a lo lejos a Armando y Simone, que como siempre, se les veía discutiendo. Tenía ganas de salir y golpear con toda la furia a Armando, más con este motivo de que no había respetado para nada mi decisión. Así que, salí de la cocina y solo me acerqué hacia la puerta principal y poner atención a la conversación, o pelea, que ellos dos mantenían.

¿Te quedas conmigo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora