capítulo 76

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Narración:

Lo inesperado:

Guadalajara Ja.

* quieres jugo, papá? Te noto muy gris. Necesitas hidratarte bien.

Muy tranquilamente Amy sirvió un vaso de jugo de naranja y con el se dirigió a su padre que yacía sentado en el único sillón, con los ojos bien abiertos y una expresión de dolor en el rostro.

* pero mira lo que has hecho, papá! Lo has derramado todo. Ahora tendrás que cambiarte nuevamente.

Chasqueó la lengua a la par que meneaba la cabeza, como si estuviese reprendiendo a un niño. En ese instante, su madre llegó con una bolsa negra llena de un polvo blanquecino.

* traje mas cal. Pero, hija, llegó la hora. El olor ya comienza a ser notable afuera también. No puede seguir aquí.

Le dijo y miró el cuerpo inerte de su difunto marido. Además de los ojos muy abiertos y la expresión de dolor en el rostro, estaba tornándose cada vez más gris e hinchado. Ya no parecía él mismo.

* sólo un poco más, mamá. No puede marcharse sin tener una merecida despedida. Le va a encantar! Le compraré su comida favorita, una botella de ron, serpentinas... Será como en los viejos tiempos!

Aplaudió dando un brinquito cual niña, luego fue a buscar su bolso para comprar todo lo que necesitaría. Su madre sólo le sonrió a pesar de que ya ansiaba deshacerse del cuerpo. Qué demonios ocurría allí? La respuesta era muy siniestra...

* no me demoro.

Anunció Amy antes de desaparecer por la puerta. Posteriormente, con lentitud y serenidad Yuki se acercó a Evan y se sentó al lado suyo. Cruzándose de piernas mientras se tapaba la nariz con un pañuelo, lo observó a detalle, recordando lo sucedido hace ya unos días. Cinco, para ser exactos.

Ella no presenció el inefable acto, porque estaba trabajando cuando sucedió, pero cuando llegó y miró toda la sangre encima de Amy, en el suelo y el cuerpo de su marido tendido boca abajo, supo lo que había hecho su hija. No necesitó pregúntarle el motivo...

*
( HACE CINCO DÍAS ATRÁS )
*

* qué hago? Qué hago?! Dios, qué hago ahora?!

Una asustada y desesperada Amy caminaba de un lado a otro en su vieja casa, devanandose el cerebro. Buscando lo que fuese para salir del lío en el que se había metido, ahora que su padre había descubierto la trampa que le pusieron ella y su madre. Evan no se encontraba con ella porque se le había escapado cuando bajaron del avión, sin embargo, sólo era cuestión de tiempo para que adivinara que en ese lugar tan obvio se había ido a esconder. No tenía más adonde huir. Su madre no se encontraba presente porque le habían cambiado el turno en el hospital.

Al pensar en ella, Amy buscó su viejo teléfono y con dedos temblorosos marcó su número. Le llamaría por cobrar.

* por favor acepta la llamada, mamá. Acepta, acepta!

Más que desesperada decía una y otra vez mientras se jalaba el cabello. Creía que Yuki sabría qué hacer. Que la rescataría como lo ha venido haciendo por tantos años. Pero entonces, en ese momento se escuchó la voz de su padre y la puerta principal ser casi aporreada.

* Amy, abre la maldita puerta! Ya sé que estás aquí!

Ordenó Evan. El miedo creció en la mujer y corrió a la habitación como ratón asustado. Trascurrieron varios minutos y tres intentos para que el otro teléfono aceptara la llamada.

* Amy? Qué pasa, por qué me llamas de éste número y en mis horas de trabajo? Es...

* mamá, tienes que ayudarme! Papá ya nos descubrió y amenaza con meterme a un manicomio! Me ha traído de vuelta a GDL pero me le escapé!

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora