capítulo 30

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Un intento por revivir de las cenizas:

Darien:

* qué está diciendo? Cómo es posible que no me acepte la denuncia?! Qué clase de justicia son ustedes?!!

* señor, le repito que no es posible hacer una denuncia por violación sin ninguna prueba física ni mucho menos sin la presencia de la víctima en cuestión! No es válida en ningún sentido. Qué parte no entiende?

Me paso las manos por la cara y el cabello desesperado. Es increíble que me diga eso. No es posible que no le sea suficiente mi palabra y todo lo demás que le he relatado!
Kakeru y todos me advirtieron que esto sucedería, y sí, yo también por sentido común lo sabía. Pero confiaba en que aún así algo se haría. Tanto para que ayuden a Serena, como también para que les aumenten los cargos a esos infelices, y por ende, agilicen más la búsqueda!

Desde que Serena apareció y yo lo hice saber públicamente para retirar la publicidad, la policía se suavizó y desde entonces todo va muy lento! No me extrañaría que en uno de estos días cierren el caso y lo dejen así nada más! Por eso estoy así, no tengo la menor intención de dejar todo por la paz solo porque Serena ya está con nosotros. No. Ella no puede ser una más de aquellas mujeres que quedan en el olvido a pesar de lo que les hicieron; es inaudito!

Serena insiste en que no es verdad y cárajo, yo también quisiera que así fuera pero no! Aunque me duela decirlo y aceptarlo, Serena fue abusada por su secuestrador, sino es que por ambos, y yo no puedo dejar las cosas así! Ni siquiera porque ella lo haya pedido. Me niego!

El estúpido oficial o lo que sea llamado Richard saca de nuevo lo que dice su jodido protocolo y no sé cuánta sarta de estúpidas leyes que me terminan de sacar de mis casillas. Insulto sus reglas golpeando el escritorio con los puños y vuelvo a decirle que, o me toman la denuncia o se las verán con mi abogado. Los ánimos se calientan y el idiota que alguna vez admiré por como intentó ayudarme cuando sucedió lo de mis mellizos, me advierte que me calme o me hace arrestar por faltarle el respeto a la autoridad. Otros oficiales se acercan intentando poner orden. Uno de ellos más razonable pide que me tranquilice para que entonces pueda ayudarme. Pero el tal Richard le ordena que no lo haga, porque no tengo ninguna prueba y seguramente solo estoy inventando todo, por ese odio que les tengo a los secuestradores.

Una ira incontrolable me invade y quiero tomarlo por el cuello. Pero me contengo y salgo de ahí antes de cometer algo que después no podré revertir. Además, si me toman preso no podré ver a mis hijas y a Serena por mínimo un día y eso si que no!
Mientras me montó en la motocicleta me digo que ahora tengo un nuevo enemigo y su nombre es Richard. Algo raro y desagradable presentí cuando apareció; no quise hacerle caso porque todo el tiempo estoy nervioso, pero, luego de eso, mucho menos fue de mi agrado. Y si me lo vuelvo a topar no volveré a contenerme. Imbécil! Nada le costaba tomarme aunque sea la declaración!

Con la ira que traigo atravesada, decido no volver todavía a casa y manejo sin parar hasta que la noche está a nada de caer. Para ese entonces la ira ya regresó a ser dolor, por volver a caer en cuenta de mi terrible realidad. Una realidad en donde me ha sido de vuelta Serena, sí, pero solo en cascarón porque por dentro le arrebataron todo... Me siento tan impotente! No puedo ni sé cómo ayudarla.

Con la vista un poco borrosa por las lágrimas que me niego a derramar, llego a casa y dejo la motocicleta junto a los otros autos de mi familia. Zafiro está aquí, me lo hace saber su Lexus.
Diciéndome que debo ser fuerte y no me olvide también de tener paciencia por si Serena nuevamente no me abre la puerta, entro lentamente a casa. Mamá y Rini están en la cocina hablando en voz baja sobre no sé qué. En cuanto me ven, mamá corre hacia mí, con una sonrisa genuina en la cara que hace mucho no veía en ella. Me toma de las manos y me saluda con un beso. Esto no es usual. No por el momento.

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora