capítulo 55

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Secretos confusos:

Serena:

En el instante en que veo el rostro de Edward, miles de recuerdos me embargan en demasía. Recuerdos buenos y no tan buenos como el día que Darien le dio media golpiza... Qué está haciendo aquí? Cómo supo que yo estaría presente, o mejor dicho, que esto es una despedida de soltera? Estuvo espiando como acostumbra?

Pensamientos muy locos como que Edward puede ser enemigo me quieren infundir desasosiego pero lo ignoro. No puede ser posible que Edward sea malvado. Es extraño que desapareciera precisamente cuando cosas extrañas comenzaron a suceder, sí. Sin embargo, eso no dice gran cosa, y además, para nada me da la mala espina que Edward haya enviado por mí. No. Que cosas pienso...

Edward* y bien, puedo pasar y hacer mi trabajo?

Su voz tan particular me sustrae de mis pensamientos y nuevamente me concentro en el aquí y ahora. Lo miro de arriba a bajo, enfundado en su traje azul marino no tan formal porque trae tenis. Su cabello ha crecido, aunque no tanto como cuando lo conocí. Sigue siendo Edward, el tipo extraño que siempre me seguía y de la nada se fue. Cuánto tiempo? Un año? En dónde estuvo todo este tiempo?

Ángela* Edward? Por Dios, serio eres tú?!

Antes de que nadie pueda decir nada, mi futura cuñada corre a abrazar a Edward. Este la recibe de buena gana. No como un novio, sino como amigos. Más chicas vienen para acá e igual que yo, se sorprenden. Comienzan a cuchichear hasta que Edward, con su acostumbrado humor, les dice lo mismo que a mí. Qué él es el streeper. La mayoría que no lo conoció se ríe y Rini sin saber muy bien qué hacer le pregunta qué hace aquí.

Edward* ya se los dije. Vengo a hacer mi trabajo. Tú eres la festejada, no es así?

Mira a Kalaverite. Ella asiente aunque sigue sin entender.

Ángela* me encanta la idea pero... tú no tienes nada de bailarín exótico. Así que habla antes de que lleguen los verdaderos. Qué sorpresa es esta? Cómo supiste qué se festejaría en la casa de mi cuñada?

Edward suspira profundamente.

Edward* bien..., ustedes ganan! Se los contaré pero solo si me invitan a su festejo.

No debería pero incluso yo me rio. Este hombre está mal de la cabeza.

Mnemosyne* a qué clase de chico le gustaría estar en una despedida de soltera?

Mi desconocida tía menor enarca una ceja mientras pone las manos en las caderas. Ella no lo conocía pero al igual que su hermana Rini, no se deja impresionar tan fácilmente.

Deimos* al parecer, a él.

Vuelven a reír.

Rini* no quiero ser descortés, pero ésta es una fiesta privada. Si gustas, puedes unirte a los hombres. Están en casa de Seiya.

Edward* vamos! No sean así, mujeres! No tengo mucho de regreso en este país, y así me reciben?

Forma un puchero infantil con los labios. Ángela aboga por él, sin dejarle muchas opciones a Rini. Ella acepta pero solo hasta que se aparezcan los verdaderos bailarines. Edward sonríe como si ocultara un gran secreto y sin pena ni vergüenza se adentra y toma asiento en una de las sillas colocadas al lado de los sillones. Antes de aclarar por qué está aquí, con gran humor no deja pasar que ha notado las graciosas figuras que tienen los bocadillos, haciendo sonrojar a Lita.

Estoy tentada de llamar a Darien para ponerlo al tanto, pero conociéndolo, en cuanto lea el msj vendrá volando para sacarme de aquí. Hace mucho que no hablamos de Edward, pero supongo que todavía no es de su agrado. Mi curiosidad quiere saber por qué se desapareció tan repentinamente, y si me voy ya no lo sabré. Así que, en lugar de llamar a Darien, solo le envío un texto a Noé pidiéndole que no avise a nadie. Seguro me llamó por eso. Los guardaespaldas no lo conocen, o de lo contrario ya habrían llamado a su jefe. Deben creer que de verdad Edward es un bailarín...

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora