capítulo 74

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Reencuentro, parte uno:

Narración:

Al día siguiente. Nueva York...

Fueron las ocho horas con treinta minutos más largas y desesperantes de la vida de Diamante. A pesar de que viajaron en el Jet privado, no sirvió para evitar el estrés que produce un vuelo. Los niños se pusieron insoportables. Primero porque no querían acompañar a Black; no querían salir de su nueva zona de confort, y segundo, por la tediosa diferencia de horarios. Ni siquiera porque bien pudieron distraerse con los videojuegos que les regaló en navidad y la televisión del jet, los niños pudieron callarse. Black estuvo a nada darles tres azotes. De no ser por la niñera y la azafata, muy posiblemente lo hubiera hecho.

Ahora él, los niños y todo el equipo a excepción de Torashima, en autos separados se dirigían a una casa de seguridad temporal. No podían volver a la antigua casa porque no hubo tiempo de mandarla a revisar a conciencia. Era obvio que Black no podía ni quería dejar a los niños así como así. Como dijo alguna vez, los podrían utilizar para joderlo a él...

* Kiral, tú encárgate de que la prensa no advierta nuestra presencia antes de tiempo. Mis enemigos podrían aprovecharlo. Akiral, ven conmigo; el resto que rodee toda la zona. Quiero hasta el ultimo rincón bien vigilado.

Comenzó a dar ordenes apenas puso un pie fuera del vehículo. Su equipo enseguida se movilizó.

* oiga, y por qué tenemos que quedarnos aquí y no podemos acompañarlo? Acaso estará de vacaciones mientras a nosotros nos encierra como ratones?

Ese era Peruru, que comenzó a llenarlo de preguntas apenas lo vio entrar a la casa. Max por su parte, estaba enajenado con el sorprendente lugar. Por todos lados había la más alta tecnología, las paredes de cristal blindado reinaban así como el color blanco en techo, muros y piso, y, al otro lado de la pared de cristal en la sala principal, se hallaba un jardín techado. Allí había una enorme alberca. El agua estaba tan cristalina, que la luz azul del techo laminado y la iluminación de la misma alberca, la hacían lucir de un color zafiro sin igual. Era hipnotizante. Alucinante. Simplemente, una maravilla de hogar.

* en ningún momento los estoy encerrando. O acaso ya te mandé a la habitación y he echado el cerrojo? No verdad?

Contestó Diamante antes de girar en un pasillo minimalista. Este conducía a lo que era una pequeña biblioteca tipo estudio. Peruru lo siguió y la niñera se les unió.

* pero entonces usted a dónde irá? Por qué tantos hombres por todos lados? Por qué tuvimos que dejar Nápoles?!

* Peruru, por qué tanto interés? Deja en paz al señor Black. Sabes que no le gusta dar expli...

* estoy hablando con el dueño del circo, no con sus monos.

Sus ojos verdes fulminaron a la niñera por entrometida, consiguiendo que esta se pusiese roja de impresión. De inmediato Black le llamó la atención.

* vuelve a contestar de esa manera y de verdad te mandaré a encerrar... pero en un calabozo. Qué más te da a dónde iré, tú simplemente limitate a obedecer, Peruru. Igual que Max.

Tras esas palabras abrió la puerta de la biblioteca y se encerró con Akiral. Tenían que averiguar en dónde exactamente estaba Serena en esos momentos. En la mansión del padre era obvio que no, dadas las circunstancias.

Poniendo una cara dulce, Victoria ya le iba a ofrecer algo de merendar a Peruru, pero él le arrugó la nariz y se fue corriendo. Al poco rato se unió a su amigo y le dijo en voz baja:

* Max, ven conmigo. Vamos a escondernos en el auto.

Apartando la atención del videojuego en sus manos, Max frunció el ceño. No estaría pensando en escapar otra vez, o sí? Hace mucho que ya no habían vuelto a hablar de lo mismo, ya que Diamante estaba demostrado ser buena persona. Y aunque en momentos Max extraña demasiado a su loca madre, en su caso no volvería a fugarse sólo para regresar a su lado. Al fin había entendido que "el amor" que Amy le demostraba era un amor dañino, y más daño le haría conforme creciera. Por mucho que quisiera a Amy y se sintiese fuera de lugar siendo hijo adoptivo de un hombre como Diamante, ya no deseaba regresar a ese estilo de vida triste y solitario.

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora