capítulo 12

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Alcanzando el éxito:

Narración:

La inauguración iba de lo más tranquila hasta que, cerca de las ocho de la noche, Edward se apareció sin haber sido convocado. Esta vez Ángela no lo invitó porque ella se quedó cuidando del bebé Zafiro. Vaya que le iba a costar inventarse algo para justificar su presencia.

La primera persona que lo vio, y porque se encontraba en la entrada del lugar esperando a su "amiga", fue Asanuma. Sabiendo que Darien se alteraría, lo fue a poner sobre aviso además de aconsejarle que no hiciera nada estúpido.

Aunque por el momento Edward ha estado tranquilo, aún continuaba sin caerle bien a Darien. Sus instintos se alteran cada que lo ve, porque aunque lo niegue o no le guste aceptarlo, ver a Edward cerca de Serena le pone celoso. En realidad todo aquel hombre ajeno a sus amigos le hace poner celoso. Sabe que Serena nunca les hará caso, pero eso no quita que aún así ellos se la intenten arrebatar. Sonará infantil, y Selene tendría muchas maneras de llamarle a aquello, pero, simplemente así es Darien...

* oh, no! Otra vez!

Exclamó Serena cuando vio de lejos a Edward. Y no espero en ir a su lado. Disculpándose se abrió camino hasta él...

* Edward...

Dijo ella mirando a todos lados para asegurarse que Darien no estuviera cerca.

* hola, Sere. Linda fiesta.

Esta vez Edward no llevaba su ropa habitual. Lucía muy relajado en unos jeans rotos en la rodilla, una camiseta negra y chaqueta de cuero encima. Cuando Serena lo miró bien, le pareció que era más joven de lo que realmente es, y... más guapo.

* por qué estás aquí, Edward? No me digas que Ángela te invitó?

Levantó una ceja, poniéndole una trampa a Edward. Claro que este no cayó, y dijo lo primero que se le ocurrió.

* se te olvida que esta calle me queda de paso camino a mi loft?

* no... No tenía ni idea. Para saberlo, primero tendría que pisar tu departamento. Y eso jamás.

Se cruzó de brazos e hizo un mohín que Edward encontró gracioso.

* es cierto. Pero qué cosas se me ocurren!

Se dio una palmadita en la frente.
Serena dio un suspiro cansado y volvió a preguntarle qué hacía ahí, porque era claro que no solo iba de paso; Edward estaba casi al pie de la puerta de cristal! Alguien que va de paso seguiría su camino simplemente.

* bien, bien, linda Sere, alimentaré tu curiosidad sólo si me ofreces una de esas bebidas. Trato?

«Curiosidad? Cuál curiosidad, si solo es una simple pregunta!» Se dijo Serena a sus adentros, y también se dijo que no había duda, Edward siempre logra molestarla con algo tan insignificante.

* esas bebidas son vírgenes. No creo que te gusten.

* no importa, esta noche no pienso ser exigente con mis gustos.

Y sin pedir permiso se introdujo al interior del lugar. Sin ninguna discreción, y con las manos en los bolsillos de los jeans, miró a su alrededor. Ahora que ya nada le faltaba al modesto lugar, le pareció bonito, y hasta elegante. Serena tiene buen gusto y el don de sacar la belleza de lo que sea que toquen sus manos... Esto último inquietó un poco a Edward, porque le recordó a «ÉL». Esa persona tenía exactamente el mismo don... Otra coincidencia?

Cuando tuvo en sus manos la bebida recién preparada solo para él, Edward se giró hacia Serena que aún continuaba cerca suyo y finalmente le respondió lo que la chica le había preguntado:

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora