capítulo 10

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Una cena desastrosa:

Darien:

* ahora vuelvo, cariño.

Digo levantándome de la mesa y le doy un beso en su frente. Serena asiente y vuelve su atención a los bocadillos.

Llevamos 20 minutos comiendo y aún morimos de hambre. No nos es suficiente con el menú que los novios eligieron porque todo es en porciones diminutas. Tienen buen sabor, aunque desconocemos lo que llevan al ser tan escasos. Creo que nos demoráremos un poco más si continuamos así.
Ahora me dirigiré a lavarme las manos, ya que se me ocurrió la gran idea de alimentar a mi novia yo mismo con las manos, y ahora me han quedado todas pegajosas...

Quitado de la pena me dirijo al baño y nuevamente siento esa sensación de ser observado. La he sentido desde que regresamos al salón, y también, no es que sea paranoico pero me parece que murmuran algo sobre mí. Así lo percibo y no sé por qué.
Camino otro metro y mis sospechas no son infundadas, porque una mujer que venía en dirección contraria a la mía, al verme detiene su andar y se me queda mirando entre ceñuda y... No sé cómo describirlo, pero fue muy raro.

* pero vaya! Muy buena noche la de hoy, cierto?!

Dice un tipo que ya había conocido más temprano, y luego me palmea el brazo sin detener su andar. Ok, en definitiva algo tengo en la cara, o alguien se enteró de lo que sucedió en la biblioteca y ahora todo mundo ya lo sabe.

Con ese pensamiento entro al baño y lo primero que hago es lavarme las manos. Al levantar la vista despistadamemte miro mi reflejo, pero no me doy cuenta de lo que tengo hasta que regreso la vista ya más enfocado, y ahí está el porqué hombres y mujeres me miraban de esa manera y también murmuraban!

* pero qué rayos!

Digo acercándome más al espejo. Dos tremendos hematomas entre rojo y morado se localizaban en mi cuello, uno en la yugular y otro cerca de mi manzana de Adán. Como no usé corbata y me dejé los últimos botones del cuello de la camisa abiertos, esto hacía que se notaran todavía más, como si lo hubiera hecho a propósito para que miraran! Demonios!

Fruncí totalmente el ceño, y mientras pasaba una mano en mi cuello ultrajado, me detuve a pensar en qué momento lo hizo Serena sin que lo sintiera...?

Tal como fuegos artificiales en un quince de septiembre, todo en mi cabeza se iluminó; Serena lo hizo a propósito! Todo ese show fue solamente para lograr su cometido sin que me percatara! Aunque..., para qué? Por qué hacer todo eso? Con qué fin? Me pregunté dándole la espalda a mi reflejo. Me sentía muy desconcertado...

Allí, sosteniéndome de espaldas al lavamanos mientras me devanaba los sesos, me demoré un buen rato buscando una explicación, hasta que llegué a la conclusión de que la mejor respuesta solo ella me la podía dar...
«Vaya diablilla que resultó ser esa mujer...! No tiene ni idea en lo que se ha metido». Dije a mis adentros mientras daba marcha fuera del baño.

Ahora que sabía porque me miraban, ya no me sentía extraño pero tampoco era bonito conocer el motivo de sus cuchicheos. Caminé de vuelta a la mesa como si nada y sin haber cubierto los hematomas pues qué caso tendría?

* tenemos que hablar, señorita Tsukino.

Le digo al llegar a la mesa y tomar asiento a su lado. Serena voltea a mirarme sin entender por qué la he llamado así. Sabe que únicamente lo hago cuando flirteamos, o cuando estoy realmente molesto. Ahora no estoy en ninguna. En serio no me molesta pero, si me muestro dulce con ella, no me dirá nada.

* hablar sobre qué, Darien?

* tú muy bien sabes sobre qué...

Digo y bebo agua de una copa.

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora