capítulo 91

345 46 17
                                    

Cacería:

Narración:

* entonces qué opinas? Este o el otro? Me gustan las medias de este pero no creo que se vean bien con el vestido.

Serena y Mina aún seguían en el vestidor. Ya que su hermana estaba ahí sin una pizca de vergüenza, aprovechó para pedirle su opinión.

* umm... Este está perfecto pero tienes razón en lo de las medias...

Volvió a mirarla por unos segundos con el dedo en el mentón.

* ya sé! Puedes usarlas cuando la noche caiga, antes de que se marchen.

* cierto, no lo había pensado! De noche suele hacer mucho frío...

Contenta dio media vuelta para mirarse una vez más en el espejo de cuerpo entero. Pero luego, en lugar de prestarle atención a su bonito juego de lencería, su atención se desvío hacia su hermana. Y es que una vez más ambas parecían gemelas. Mina también se había recogido el cabello en un moño para que no le estorbara y aparte hoy no llevaba tanto maquillaje. Quien no las conociera bien y las mirara así, no sabría quién sería quién.

* creo que mi trabajo aquí ha terminado pero todavía no salgas. Quiero que ahora te pruebes algo para usarlo durante la luna de miel.

Agarró la falda y el saco de Serena y comenzó a vestirse con esa ropa. La otra muchacha se la quedó mirando casi asustada.

* pero qué haces, Mina?!

* no pienso salir otra vez semidesnuda y que me graben... Pero quita esa cara! jaja ahora te paso mi ropa, tranquila.

* es que contigo ya no se sabe.

Expresó Serena, intentando poner su corazón en su lugar.
Mina salió y por la cortinilla le pasó sus jeans y top, mezclados con algunas piezas que no se había probado. Esto para que nadie fuese a pensar algo extraño.

* aún no te vistas, ahora regreso con más ropa.

Le recordó en un tono que más bien pareció una orden. Serena asintió, sin embargo, diez minutos después se cansó de estar allí metida. Pagó tres atuendos de lencería y salió en busca de su alocada hermana.
Sus guardaespaldas como de costumbre la siguieron, sin darle importancia al cambio de vestuario.

* disculpen, de casualidad vieron a una mujer rubia vestida de negro? Parecida a mí.

Preguntó Serena a una pareja que se encontraba sentada cerca de la gran fuente central, al no poder encontrar a Mina. El lugar era enorme.
Ellos negaron.

* ok, gracias.

Miró a todos lados, un poco sacada de onda. Acaso Mina quería jugarle una broma? Caray, siendo así, que bueno que no la dejó sin ropa.

* señora Tsukino, por qué no le llama a su teléfono?

Sugirió Belzer, al haber notado su inquietud. Ellos la vieron salir del departamento de lencería pero hasta ahí. La fresca muchacha todavía les guiñó un ojo, diciéndoles que no se movieran de su lugar.

Serena asintió. Se le había ocurrido pero no era para tanto. Todavía.
El teléfono sonó y sonó hasta que...

* hola, haz llamado al teléfono de Mina Stanley. Déjame tu mensaje y tal vez te regrese la llamada.

Buzón.

* Mina, si ésta es tu idea de una broma, no la entiendo. Por favor, para ya y vámonos; quiero llegar a tiempo para acostar a los niños.

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora