capítulo 85

500 45 31
                                    

Locuras de amor:

Serena:

Mis emociones siguen a mil pero ya no negativamente. Y lo mejor, he contagiado a Darien. Tanto que me sigue el hilo aunque no debería ser así, por como le hablé. Sabía que mis disculpas no serían suficientes, así que hice lo segundo que se me vino a la mente y eso fue irmele encima a besos y caricias, como una completa loca. Él siempre me desea, así que funcionaría.

No es lo más ortodoxo, no soy tonta, pero en la guerra y en el amor todo se vale, no? Claro que le resultó extraño. Y más por la manera en como me levanté sin mediar palabra. Al principio no respondía a mis labios y, sus fornidos brazos se mantenían inertes a sus costados. No me quería corresponder porque su dolor y decepción podían más. Ya me estaba comenzando a dar miedo su indiferencia, cuando de pronto, de la misma manera que yo, rodeó mi cintura con mucha fuerza como dos boas mientras que al mismo tiempo se apoderaba de mi boca. No con ternura sino con urgencia. Con pasión desenfrenada.

Estiré los brazos para que me levantara y él lo hizo, pero para sentarme sobre el escritorio de cristal. No le importó que en el proceso varios de los DVDs se cayeran al suelo. No le importaba nada que no fuera yo. Y ahora, estamos a nada de traspasar la delgada línea entre el preámbulo y hacer el amor. Lo deseo con fervor y sé que él a mí también.

 Lo deseo con fervor y sé que él a mí también

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

* Darien...

Murmuro sobre sus labios mientras mis manos se escabullen más abajo. El ruido que produce el ciper de sus pantalones me hacen sentir triunfante. Osada y desinhibida. Pero entonces él me sujeta las muñecas.

* no.

Abro los ojos. Claramente asustada por su rechazo.

* Darien, yo...

* no podemos hacerlo. Está la cámara, tesoro. Estamos siendo grabados.

Voltea hacia el reloj de pared. Juro que ya había olvídalo ese detalle y sigo sin notar la cámara. Pero no me importa y se lo digo.

* no es necesario desnudarnos.

Tomo su rostro acercándome a su boca para retomar nuestro amor. Pero vuelve a detenerme, ahora meneando la cabeza. En sus ojos puedo ver que me desea tanto o más que yo a él, pero puede más su caballerosidad.

* si a mí no me importa, por qué a ti sí?

* porqué con ropa o sin ella, sólo yo puedo mirarte en tan intimo momento.

Se echa para atrás cerrándose el cierre del pantalón. Luego, pasándose una mano por el cabello gira camino a su silla. Como se ha frustrado mi plan para hacerlo olvidar lo ocurrido hace unas horas, ahora no tengo idea qué decir o hacer. Me bajo del escritorio como una autómata. Me acomodo la falda y el cabello.

No me quiero rendir y no porque no pueda controlar a mis hormonas, sino porque no quiero que regresemos a casa sin haber solucionado antes las cosas. Así pues, me giro hacia él con toda mi determinación a remediar mi abismal error. Si no nos reconciliaremos como sólo nosotros sabemos, bien, es válido, pero entonces lo intentaré de otro modo. El punto es que ninguno de los dos llegará a casa sin haberlo arreglado.

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora