capítulo 121

387 37 21
                                    

Pillado:

Serena:

Estábamos terminando el postre. Un Créme brulée que me estaba sabiendo a gloria, cuando de repente por el rabillo del ojo me percato que Edward trata de llamar mi atención. Para qué? Ni idea. Mudamente tal cual mimo le pregunté qué ocurría, a lo que me contestó, con otro gesto de la cabeza, que lo acompañara.

* ahora vuelvo, mi amor.

Le aviso a Darien que se había sentado después de Usagi y Elián. Estos ni se percatan porque tal como a mí les está encantando el postre. Darien asiente para después volver su atención a sus hermanos.
Esto del embarazo me tiene loca por las cosas dulces, por lo que sin pena alguna con todo y postre me fui de ahí. Todos estaban muy ocupados unos con otros, así que tampoco es como si toda la atención estuviera centrada en mí.

* pasa algo, Edward?

Le pregunté cuando llegué a él. Se había ido a esperarme delante del ventanal más grande. El que era poseedor de una vista tremenda de la ciudad. Casi podías mirar a el Ángel de la Independencia desde aquí.

* nada grave. Quédate tranquila, pequeña hermana.

Me aseguró sonriéndome de esa manera que a muchas les robaría el corazón.

* entonces por qué apartarme de los mios e interrumpir mis sagrados alimentos?

Bromeé dándole otra hincada al Créme brulée que crujió en mi paladar placenteramente. En serio tenía que ir a felicitar al chef más tarde por esta exquisita obra de arte.

* pues lo segundo no lo será... Mujer, ya quisiera que una chica me mirara como tú miras esa golosina.

Reí tapándome la boca. De acuerdo, me estaba pasando de glotona. A este ritmo mi bebé tendrá que nacer por cesaria de lo regordete que estará.

* perdón. Ya... Ya, está.

Dejo el platito en una mesita esquinera, me sacudo las manos y le presto toda mi atención. Edward volvió a reír antes de recargar el peso sobre el cristal, cruzando los brazos y entrelazando los tobillos.

* iré al grano. No quiero que piensen que algo tramamos... Lo que quiero decirte o más bien pedirte es que me permitas acompañarte en esa visita que le harás a Ágata.

Abrí mucho los ojos pues no sabía cómo se había enterado. Solamente cuatro personas estaban al tanto.

* cómo lo...

* sé? No te pienses que anduve fisgoneando como en los viejos tiempos. Lo que pasa que escuché sin querer a tu nana y a Jedite hablar de ello el otro día.

* ya veo... Pero por qué quieres acompañarme? No me digas que te volverás un hermano en extremo protector? No hace falta y no creo que una mujer como Ágata pueda hacerme nada.

Richard me había dado a entender que su hermana padecía de algo que le impedía moverse y luego lo confirmé por los medios que dieron a conocer su caso.
Edward suspira antes de responder.

* debería pues ya no se sabe qué pueda suceder. Pero no. Más bien es porque... Bueno, verás, leí lo que se publicó sobre ella y sentí pena. Quiero conocerla para poder ofrecerle ayuda en lo que sea. No te molesta, verdad? Sé lo que su hermano te...

Lo interrumpo. No era lugar para tocar el tema de mi violación y además yo ya quería dar por cerrado ese capítulo en mi vida. Ya lo había hecho pero con todo lo sucedido volvió a ser tema de interés. Y por cierto, de qué manera! Todos quienes no lo sabían ahora conocen ese suceso oscuro en mi vida, entre ellos mi hermana y, desde entonces algunos se comportan extraño al tenerme cerca. Desafortunadamente ya no se puede hacer nada para taparlo pero por lo menos me conformo porque mis hijos no se vieron involucrados. Continúan ignorándolo.

El Verdadero Amor Perdona 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora