Grand.
Siempre había tenido la fiel creencia de que no habría mayor satisfacción en mi vida que saborear la victoria en mis manos luego de un arduo juego que nos llevara a la final. Y durante años, así fue.
Hasta que nació Lexi.
Sostenerla entre mis brazos mientras reía era la mayor satisfacción que algún día podía llegar a sentir. Me bastaba solo con pasar un minuto con ella para que mis días de mierda se tornaran soleados. Era mi motor y siempre lo sería.
—¡Y me caí! —se burló acercándose a la pantalla y dejándome ver su nariz ensanchándose mientras respingaba junto a Hope—. Todos se rieron de mí.
—¿Y tú que hiciste? —pregunté, completamente atento a lo que salía de su boca. Se quedaría hoy en casa de Kyle junto a varias niñas de su obra de teatro. Sam la cuidaría bien, estaba seguro de ello y me llamarían en caso de alguna emergencia así que solo me concentraría en algo más hoy.
—También reí.
Todas las niñas la siguieron cuando se carcajeó.
—¡Grand, se te acabó el tiempo! —chilló la voz de Sam lejos de la pantalla. Sin embargo, su melena rubia invadió el rostro de mi hija segundos después—. Ella estará bien, déjala en paz.
—Si, papito, déjame en paz.
Sam se disculpó con una sonrisa, pero yo permanecí sorprendido para alarmarla. Lexi río, plantando un beso en la cámara.
—¿Quieres que te deje en paz? —Sam parecía estar conteniendo el aliento y me sentía mal por ella. A Lexi le gustaba repetir, y había sacado esa vena bromista de mí.
—Nunca, papito —aseguró, observando de reojo a la mujer a su lado.
—Te amo, mi pequeña Grinch.
Su sonrisa apareció llenándome el corazón.
—Y yo a ti, papito.
Colgué la videollamada apagando la pantalla de mi celular antes de volverme a la cama. La mujer enredada en las sabanas negras me observaba con una sonrisa de medio lado mientras pasaba con descuido sus dedos por la pantalla de su celular.
Lo dejó a un lado, cubriéndose los pechos con la tela al ver que me sentaba junto a sus pies, subiéndolos a mi regazo.
—¿No estás nervioso ni un poco? —Sacudí la cabeza ante sus palabras y el nerviosismo en ellas. En lugar de hablar, comencé a masajear sus pies viendo como su rostro se relajaba un poco más—. Grand, de verdad.
—Sam y Kyle la cuidarán bien. —Ella dudó y con un suspiro, me subí sobre la cama quedando sobre mis rodillas a cada lado de sus piernas—. Lexi estará bien —le aseguré.
Era la primera vez que Bailey se separaba de nuestra hija de esta manera dejándola con alguien que no fuese yo. Ni siquiera cuando Owen o Lana le decían que se quedarían con ella lo permitía. Era del tipo mamá osa que a toda costa quería estar en cada momento protegiendo a su pequeña. La admiraba en realidad. La forma como sobrellevaba cada aspecto de su vida sin descuidar el otro nunca dejaba de sorprenderme.
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OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITAR
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] Llegar a la zona de anotación cada vez es más dificil, din importar que tantos deseos tengas de ganar...porque incluso el mejor jugador se cansa en algún punto del juego. 1. Antología de la serie KOTG 2. Kings Of The Game #7. ...