Grand.
Ni siquiera miré mi celular al levantarme de la cama, a pesar de que comenzó a parpadear con insistencia nada más lo encendí. Lo único que obtendrían de mí era la maldita entrevista a la que tuve que acceder para que me dejaran en paz y que Bailey no se viera perjudicada por mis acciones.
Nada más.
Iría por Lexi a casa de mi madre, le daría la cara a la mujer que me dio la vida y que de seguro tenía un buen sermón por darme luego de que su hijo mayor fuese el foco de un escándalo. Lo soportaría y tendría que decirle a Max que llevara a Lexi a casa de Bailey o en su defecto, pedirle a mi madre que la cuidara por unos días.
No sabía como estaban las cosas, pero de una manera u otra, Bailey estaba en la mitad de todo esto. Debería llamarla, pero estaba molesta y realmente no iba a soportar que me gritara que le había jodido la relación esperando a que se callara para poder explicarme.
El tipo era un idiota, no me arrepentía ni un segundo de lo que había hecho y afrontaría las consecuencias con una sonrisa porque si de algo estaba feliz era del hecho de que no tendría que ver sus asquerosas manos sobre la mujer que amaba ni ahora ni en un futuro cercano.
Cuando las aguas se calmaran hablaría con la mujer que seguramente estaba afilando uno de sus cuchillos para amenazarme, pero por ahora, solo daría esa jodida entrevista e iría por mi hija. Mamá la mantendría alejada del televisor y apenas si podía leer unas cuantas frases así que los periódicos podían estar por allí y ella no los tocaría.
El ruido del timbre martilleó en mi cabeza al tiempo que penetraba en cada rincón de mi casa. Pensé no atender, quien quiera que estuviese del otro lado podía joderse y dejar de joderme a mí. Sin embargo, cuando fui a meterme al baño listo para olvidarme de todo, maldije en mis adentros por la insistencia de la persona del otro lado de la puerta.
—¡¿No saben el significado de la frase dejen de joder?! —grité, llegando a la puerta con una toalla envuelta alrededor de mi cintura, completamente molesto.
—Creo que tú ya me has jodido lo suficiente así que estamos a mano. —Bailey cruzó los brazos sobre su pecho, elevando su ceja derecha mientras me observaba con atención y con nada más que furia destelleando en sus ojos marrones.
¿Era un idiota por pensar que incluso molesta era jodidamente hermosa?
Teniendo en cuenta que su furia era dirigida hacia mí creería que si.
—¿Por qué te escondes de mí? —Sus ojos se entrecerraron en mi dirección, esperando una respuesta por mi parte. Respuesta que no tenía.
Que me tachara de cobarde me daba igual, pero no era ese el motivo. Me dolía la cabeza, debía estar cuerdo para tener esta conversación con ella. Y no desnudo, en la entrada de mi departamento y con ella lo que le seguía a enojada.
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OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITAR
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] Llegar a la zona de anotación cada vez es más dificil, din importar que tantos deseos tengas de ganar...porque incluso el mejor jugador se cansa en algún punto del juego. 1. Antología de la serie KOTG 2. Kings Of The Game #7. ...