Bailey.
Sonreír no era nada fácil cuando realmente tenías mil lios en la cabeza que no te dejaban hacerlo de manera natural. No obstante, bastaba una mirada de los ojos de mi pequeña sentada en la mesa del comedor para que las comisuras de mi boca se levantaran.
Besé su cabeza al llegar a ella, despidiéndome al ver como Greta salía por el pasillo con las cosas de Lexi en su morral. Sus ojos marrones se entrecerraron en mi dirección, buscando el indicio de algo, pero solo logré darle un breve asentimiento.
—La traeré temprano, Bailey —anunció, bajándola de la mesa y colocándola sobre sus pies—. ¿No necesitas nada?
Negué, concentrada en preparar la masa para mis galletas del estrés. Solo cocinaba como loca cuando tenía mucho que pensar y agradecía que únicamente mi hermano y Lana supieran sobre esa parte de mí porque no soportaría preguntas viniendo de la mujer a escasos pasos de distancia.
Comería muchas de ellas y las demás se las llevaría a Clara para que las llevara al orfanato en donde era voluntaria, a esos niños les encantaban y yo no dudé hace una semana en tomarnos el día solo para preparar mucho para llevarles. No pude ir, pero ella mencionó que estuvieron encantados así que le pediría que viniera por ellas una vez las terminara.
—¿Estás bien?
—Claro, solo algo cansada. El aniversario de la muerte de mis padres se acerca. —Por lo general Owen y yo íbamos al cementerio a llevarles flores, pero desde lo que pasó con Sasha él parecía no tener tiempo para nada más que no fuese su maldito trabajo—. Nos vemos.
Su respuesta solo fue asentir y luego de darme un beso en la mejilla, salió de mi casa junto a mi hija tomada de su mano.
Como cada cinco minutos en la última hora yo solo encendí la pantalla de mi celular, desbloqueándolo. El portal de chismes que usualmente evitaba me recriminaba por estar viéndolo, pero desde que vi el encabezado en donde mencionaban al padre de mi hija yo cometí el error de entrar. Nunca me había arrepentido tanto de algo.
Sus manos estaban en la cintura de una mujer en algún club nocturno y presionaba sus labios contra los suyos. No solo era una foto, eran muchas de ellas incluso de cuando entraron al maldito hotel en Chicago.
No entendía porqué me sentía así, completamente confusa sobre lo que pasaba entre ambos e incluso...dolida. Grand y yo teníamos sexo, de un momento a otro eso acabó porque la tensión pasó de ser sexual a incomoda luego de que Max nos encontrara en el baño de la casa de su madre. No sabía que había pasado, pero él simplemente dejó de venir y cuando lo hacía para buscar a Lexi ni siquiera entraba.
Si esta era su manera de decirme que se había terminado, me llegó plenamente la indirecta.
Atendí la llamada de Lana cuando su nombre parpadeó en la pantalla del aparato en mi mano. Pensé en no responderle, pero insistiría y al final terminaría cediendo.
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OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITAR
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] Llegar a la zona de anotación cada vez es más dificil, din importar que tantos deseos tengas de ganar...porque incluso el mejor jugador se cansa en algún punto del juego. 1. Antología de la serie KOTG 2. Kings Of The Game #7. ...