II - END ZONE

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Nicholas

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Nicholas.

Renovación de contrato.

Nicholas Stevens.

Mis ojos se pasearon por las letras en la pantalla de mi IPad sin prestarle demasiada atención a lo que decían los párrafos que se formaban. Días pensando lo mismo solo me hacían dudar de las decisiones que estaba dispuesto a tomar en un futuro.

Dos años más.

No estaba seguro de adentrarme en ello.

Shay con su insistencia en que le diera una revisada estaba ignorante de mis pensamientos durante el último año y sabía que si le decía, su cabeza explotaría. Mi agente embarazada tenía muchas cosas encima y decirle que tal vez quería dejar el equipo a dos meses de tener la junta anual no era la mejor de mis ideas. Mucho más porque cuando me preguntó hace un par de meses si algo había cambiado le dije con una sonrisa que no.

Ella me mataría.

No había hablado con nadie sobre las ideas en mi cabeza, realmente apenas si las estaba procesando de vez en cuando, buscando cualquier motivo para ignorar el tema. Funcionaba de maravilla teniendo en cuenta el caos que había en la casa con tres niños pequeños corriendo alrededor y con dos niñeras saliendo por la puerta cada mes.

—Señor Stevens. —Mis ojos se fijaron en la mujer observándome desde la cocina con una sonrisa ladeada y con su bolso al hombro. No sabía que hacía aquí teniendo en cuenta que era domingo, pero le agradecía que no hubiese gritos alrededor, era la única que parecía calmar a Lance cuando Emma no estaba y se colocaba modo extraño a mi mamá.

—¿Necesitas que te lleve, Rosie? —Sacudió la cabeza con amabilidad, acercándose. A pesar de su edad, resistía correr detrás de los niños cuando la niñera se daba por vencida. Nos había acompañado desde que Emma comenzó a trabajar tras el nacimiento de Ansel y ni todos los berrinches de Alaia o los gritos de mis dos hijos varones parecían inquietarla.

—Solo recordarle que mañana no podré venir.

Apreté los ojos, asintiendo y recordando que no le había mencionado a Emma lo de la cita en el doctor de nuestra ama de llaves.

—Claro, si necesitas algo solo me llamas.

—¿Quién se quedará con los niños? —Suspiré, buscando alguna respuesta en mi cabeza. No es como si tuviésemos un apoyo más allá de Rosie. Podría decirle a Anne, la madre de Verónica, pero no quería colocarla en apuros al ir en busca de los niños a la escuela.

—No iré al entrenamiento mañana. —Su ceño se frunció, pero asintió al ver que le daba una sonrisa que no llegaba precisamente a mis ojos.

George me colgaría de las barras por faltar, pero Emma tenía varias cirugías programadas para mañana y no podía faltar a la clínica. Desde que se especializó en cardiología hacían tres años parecía amar pasar tiempo en su lugar de trabajo y esto era importante para ella. Entre las cosas de la casa y su profesión la admiraba por los malabares que hacía yendo por los niños a la escuela y volviendo al trabajo en tiempo récord tras ayudarles con sus tareas.

OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora