VI - END ZONE

23.2K 2K 506
                                    

Valentina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Valentina.

Los rayos del sol evitaban que pudiese enfocar bien mis ojos en la pantalla de mi computadora. Trabajar en fines de semana era tan natural para mí, que apenas si me había dado cuenta que la mañana del sábado había llegado.

Luego de dormir todo el vuelo de Chicago a Destin con dos niños dormidos junto a mí, no pude conciliar el sueño cuando la noche del viernes cayó y en su lugar amanecí trabajando al igual que cada que venía a la ciudad costera donde tenía una de las boutiques y mi casa de verano.

Necesitaba descansar un poco luego del mes tan ajetreado que tuve y tras meditarlo diez minutos con la almohada y con un mensaje de mi administrador, tomé el avión de la compañía y viajé con mis hijos a Estados Unidos hace un par de semanas.

A pesar de que mi vida estaba en Milán, aprovechaba cada que podía para pasarme a visitar a mi familia en Atlanta. Vanessa y mis sobrinos eran lo único que tenía además de mis hijos y luego de que ambas hiciéramos nuestras vidas lejos de papá nuestra relación había mejorado notoriamente.

—¿Va a desayunar, señorita Valentina?

Mis ojos se instalaron en la chica en el umbral de la puerta observándome con timidez. Cuando la encontré prácticamente en la calle en mi ultima visita con dos padres abusivos y una mierda de deudas encima, simplemente tomé mi decisión. Ella necesitaba un empleo, yo alguien que cuidara mi casa. Y aunque era una perra desconfiada, algo en ella me pidió ayuda a gritos.

Ya llevaba varios meses conmigo y no tenía queja alguna sobre su estadía aquí. Me ayudaba con los niños aún cuando no era su trabajo y estaba al tanto de cada cosa alrededor, recordándome incluso lo que yo olvidaba.

—No, Dani. —Cerré la computadora, irguiéndome antes de hacerle un gesto con la mano para que se acercara.

Lo hizo sin reparos, pero no se sentó hasta que no se lo pedí. Era una buena chica, algo tímida y reservada, pero tenía sus momentos.

—A sus órdenes.

—Que bueno escuchar eso. —Su sonrisa apareció en sus labios, sacándome una a mí. Su cabello crespo de alguna manera lucía perfecto a pesar de la humedad que abundaba por la cercanía de la playa—. ¿Cómo te has sentido aquí?

—Bien. —Jugó con su blusa, con nerviosismo—. Nunca me alcanzará la vida para agradecerle lo que hizo por mí.

—¿Quieres agradecerme? —Asintió, atenta a lo que yo dijera—. Te gusta la ciencia, ¿verdad?

—Me encanta —dijo emocionada.

—Y acabas la escuela este año, ¿no?

—Esa es la idea.

Era la modestia hablando allí, había visto sus calificaciones y esta chica tenía potencial para ser la maldita diosa de un laboratorio lleno de tecnología.

OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora