Bailey.
Salí completamente vestida de la habitación que compartía con Grand, topándome con un par de juguetes de Lexi en medio del pasillo junto a la cama del perro que su junto a su padre habían ido a buscar al refugio hace dos semanas. Mi hija no cabía de la emoción cuando del pequeño animal se trataba y había sido demasiado difícil convencerla de que debía dormir fuera de su habitación. Lo máximo que conseguimos fue que lo dejara en el pasillo junto a su puerta y ya en varias ocasiones me había despertado y ella estaba dormida a su lado con la almohada en el suelo y el Grinch en medio de ambos.
—¡Lexi! ¡Ven a recoger los juguetes!
—¡Ya voy, mami! —Pasé de largo, a sabiendas de que no vendría en los siguientes diez minutos. Ella y Grand estaban en su habitación compitiendo por saber cual de los dos hacía el mejor Grinch para un proyecto de su escuela. Ella no se dejaría eso de lado para venir a recoger sus juguetes.
—¿Qué haces aquí? —Me detuve en la cocina, sorprendida de encontrarme al hombre que suponía estaba con nuestra hija.
Se encogió de hombros, dándole un mordisco a las galletas que Emma había traído para nosotros ayer. De las diez, apenas quedaba una y podía jurar que también se la comería él.
—Ya terminamos. Lexi está hablando con Hope sobre los vestidos que Sam le compró a su hija hace una semana. —Hice una mueca. Eso tardaría mucho más de la cuenta.
Samantha Daniels no había tenido antojos en su embarazo, o por lo menos no de los típicos. Su antojo consistía en pasarse horas en el centro comercial abasteciendo los armarios de sus hijos y que al final ellos los modelaran por toda la casa mientras nos conectaba a todos por videollamada para presumir.
Los hombres ya comenzaban a salirse de las reuniones alegando fallas en su internet, pero haciendo todo lo posible por no pasar más de diez minutos viendo a Sam chillando de la emoción. Kyle era el único que la veía con una gran sonrisa, feliz por la pequeña niña que ahora venía en camino. Julieta Johnson sería otra niña de papá a ninguno nos quedaban dudas de ello.
Desde que nos Grand se mudó hace un mes luego de varias semanas dándole largas al tema de Lexi, decidimos decirle. Ella lo tomó de maravilla. Las primeras noches se escabullía en nuestra habitación, colándose bajo la sabana y abrazándose a ambos cada diez minutos para luego a eso de las dos despertar a Grand para que la llevara a su habitación otra vez.
—Voy a casa de Bradley en unas horas, no cuenten conmigo para la reunión de hoy. —Entrecerré mis ojos en su dirección, pero él no pareció inmutarse por ello—. Oh vamos, Bailey. He escuchado tres horas sobre vestidos y piruetas.
Reí.
—Está bien. Inventaré una excusa. Es más, ¿por qué no se reúnen todos ustedes y se llevan a Kyle? Llamaré a Verónica y a las demás para reunirnos en casa de Sam y así ustedes pueden pasar tiempo de calidad como no lo hacen hace mucho.
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OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITAR
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] Llegar a la zona de anotación cada vez es más dificil, din importar que tantos deseos tengas de ganar...porque incluso el mejor jugador se cansa en algún punto del juego. 1. Antología de la serie KOTG 2. Kings Of The Game #7. ...