Isak.
Mis pasos se sentían pesados en el espacioso lugar al cual no lograba acostumbrarme del todo. Fotos del equipo llenaban las paredes del pasillo a medida que avanzaba y las dejaba pasar sin detenerme hasta llegar a la cocina donde el corpulento hombre desayunaba.
Tres meses así y aún no me hacía a la idea de que de verdad me hubiese acostado y más aún estuviese saliendo con Tyson.
Lo que eran las cosas. Esa noche en el club cambió todo para nosotros. No fui con esas intenciones, estaba borracho, me lo topé y me gustó tanto que allí me quedé.
Yo era Isak Jones. El mariquita que revoloteaba por toda la oficina llevando café y donas aun cuando no era mi trabajo. Me divertía haciendo feliz a los demás y distaba mucho de ser como el hombre del cual me estaba enamorando.
Tyson Jensen era todo lo que evitaba en un hombre, principalmente porque siempre me había gustado y había hecho lo posible por ocultárselo al mundo. Cuando pasó lo de Zane estuve molesto, pero porque el imbécil que ahora calentaba mi cama se enojó conmigo sin razón alguna. Yo no tenía la culpa de que nos estuviesen viendo la cara de idiotas a los dos. Le daba a Zane el crédito por ello.
Al principio cuando amanecí aquí luego de esa noche que compartimos, quise correr. Habíamos de alguna manera terminado en su cama y yo no podía culpar a mi borrachera porque estaba consciente todas las veces que lo hicimos. En lugar de irme, esperé a que despertara y luego de discutir hasta el cansancio, terminamos haciéndolo de nuevo.
Una cosa llevó a la otra y habíamos estado saliendo durante tres meses luego de ello. Yo me escabullía aquí cuando su sobrino se quedaba en casa de su abuela y él iba la mayor parte del tiempo a mi casa ocultándose de la prensa para no ser visto.
Me parecía gracioso y divertido al inicio. Esa sensación de peligro envuelta en placer me fascinaba. Era ese aire de vida que a mi me faltaba y a él le sobraba. Sin embargo, estaba comenzando a tener mis dudas con respecto a lo que me deparaba mantener esta situación con Tyson.
Era mucho más que sexo. Hasta un ciego podía darse cuenta de ello, porque incluso si no salíamos como una pareja normal, si hacíamos cosas que no haría con un simple acostón. Hablábamos mucho más de lo que teníamos sexo, se estaba abriendo a mí al igual que yo lo hacía con él. Pasábamos tiempo juntos y esto parecía más una relación que otra cosa.
Sin embargo, tenía miedo de ser yo quien sacara el tema.
Lo conocía, lo había visto con los años y él no llevaba muy bien las presiones. No quería ahuyentarlo, pero me preocupaba que al final no estuviésemos en la misma página.
—Pensé que tardarías mucho más en despertar. —Se colocó de pie, llenándome una taza con leche y tendiéndome el cereal.
Mi favorito.
Y él lo odiaba.
No dije nada, solo dejé que plantara un casto beso en mis labios antes de apartarme y comenzar a desayunar.
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OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITAR
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] Llegar a la zona de anotación cada vez es más dificil, din importar que tantos deseos tengas de ganar...porque incluso el mejor jugador se cansa en algún punto del juego. 1. Antología de la serie KOTG 2. Kings Of The Game #7. ...