Tyson.
Llegar a casa de mi madre por tercera vez en la semana era algo completamente nuevo para mí. Cuando estacioné mi auto en la acera, repasando el jardín en el cual jugué durante años en mis primeros años, no pude evitar la opresión en mi pecho como cada que venía.
Nuestra relación con el pasar de los años no había sido la misma por mucho que intenté mantenerla intacta de toda la mierda llegando en mi dirección. Para ella, la fama se le había subido la cabeza a su hijo y apenas si me llamaba más de una vez al mes cuando me veía envuelto en algún escándalo.
Ese no es el hombre que yo crié.
Ni tampoco el que yo quería ser, pero parecía que mi impotencia e ira siempre tomaban la delantera cuando de resolver situaciones difíciles se trataba.
Sus ojos marrones se instalaron en mí desde el umbral de la puerta al verme bajar. La manguera en su mano dejó de gotear cuando cerró la llave, pero no se movió. La mirada acusadora estaba allí como cada que venía y esa había sido una de las principales razones por las cuales apenas si me aparecía por aquí. Pero desde que la niñera de Paul tuvo que renunciar, me tocó recurrir a ella para cuidar del niño que tanto adoraba.
Era lo único que nos mantenía unidos luego de toda la mierda que un día nos estalló en la cara.
—Hola, mamá. —Algo extraño cruzó por sus ojos, pero así como llegó, se fue, dejándome al frente a la mujer que amaba y que me detestaba al mismo tiempo—. ¿Cómo estás?
—Luego de la noticia de ayer creo que la pregunta sobra —me respondió, tirándome la manguera a los pies antes de darse media vuelta y dejarme en la entrada solo.
Ya ni recordaba en qué momento comenzaron todos los problemas. Un día yo solo lo perdí y me refugié en los golpes lanzados al aire. Mi relación con el alcohol y el cigarrillo había venido con ello aun cuando eso significaba que tenía un pie más afuera que dentro del equipo. De no ser tan bueno en lo que hacía, George y el consejo ya habrían prescindido de mí hacía mucho tiempo.
Mi última advertencia llegó hace poco más de una semana. De no ser por el escandalo de Grand anoche en ese maldito club gay, yo probablemente habría sido portada otra vez. No obstante, no pasé del todo desapercibido si la noticia de mi pelea con un par de imbéciles llegó a mi madre.
George lo dejaría pasar, ya habría llamado de encontrarme en problemas, pero para mí...el problema más grande no era con mi entrenador, sino con la mujer a escasos metros que me desconocía.
No sé en que punto dejó de importarme el hacerla sentir orgullosa, tal vez en el momento en que me di cuenta que vivir rodeado de mentiras era mucho mas llevadero que mostrarle al mundo la vida de mierda que me cargaba.
Mis ojos se pasearon por las fotografías en el pasillo que le daban entrada a la sala. Seguía intacta luego de tantos años tras la muerte de papá. Un adolescente Tyson en la escuela pública me recibió junto a su hermana mayor abrazándose el uno al otro. Sus padres los observaban desde la distancia y enviaban dagas al pecho del Tyson de treinta y seis que estaba completamente jodido por dentro.
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OVERTIME (Kings Of The Game #7) SIN EDITAR
Romance[T-E-R-M-I-N-A-D-A] Llegar a la zona de anotación cada vez es más dificil, din importar que tantos deseos tengas de ganar...porque incluso el mejor jugador se cansa en algún punto del juego. 1. Antología de la serie KOTG 2. Kings Of The Game #7. ...