Mi rascacielos humano (Lev Haiba x Lectora)

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  Los chicos se divirtieron mucho en nuestra fiesta de navidad, incluso con los niños presentes. Es más, Kuroo-san le gustó mantenerlos entretenidos, ya que Hideki practicaba voleibol en un gimnasio cerca del centro de Tokio. Sus padres llegaron por la una de la noche, pero sus hijos estaban más que agotados durmiendo en el sofá. El problema no fue hacerlos dormir, sino que tenía que mantener a raya a los chicos, porque de vez en cuando se les ocurría alzar demasiado la voz.
  En cuanto la familia regresó a su casa, varios de los chicos estaba demasiado agotado para mantenerse despiertos por mucho tiempo. Por primera después de varios años, al menos así lo vio el capitán del Nekoma, Kenma-san cayó rendido en el futón buscando dormir temprano. Mi hermano decidió quedarse con el resto en el piso de abajo y yo me retiré a mi habitación.

   —Buenas noches chicos —dije antes de subir las escaleras, para por fin irme a dormir.
   —Buenas noches, ___________-chan —respondió la mayoría, salvo Kenma-san (quién estaba muerto sobre la almohada y mi hermano que ya se había despedido)—. Que descanses.

  La semana restante antes del Torneo de Primavera, fue de pura ansiedad de mi parte, sería mi primera vez en un escenario de competencia nacional, sin ser precisamente la que compitiera. En año nuevo, fui al templo con todos los miembros del equipo de primero, rezando a los dioses que nos dieran una victoria en el torneo. Después fuimos a almorzar todos juntos a un pequeño restaurante que había por ahí.
  El día de la ceremonia de apertura llegó en menos de un parpadeo, me sentía como si estuviese en épocas de examen, donde el corazón me latía mil por hora sin poder siquiera tomar un respiro. Como los chicos tenían que entrar por otro sector, me fui junto con los entrenadores a una sección especial donde estarían todos los managers y entrenadores de los equipos participantes. No éramos muchas chicas en la zona, incluso los equipos femeninos no traían mánagers con sus equipos.  

   —Vaya, creí que este año habría más mánagers o al menos más mujeres —Kaori-chan se acercó a saludarme junto a Yukie-senpai—. ¿Qué tal ___________-chan?
   —Es un gusto verlas de nuevo —hice una reverencia en modo de saludo—, me imagino los ánimos del equipo (sobre todo de Bokuto-san) por enfrentarse a todos los fuertes y posibles rivales que estarán en el Torneo.
   —Bueno... No es lo que más nos preocupa al momento —Kaori-chan miró nerviosa hacia otro lado, yo solo miré con una ceja alzada, intentando entender el porque de su actitud.
   —¿Qué tal los chicos del Nekoma? —preguntó Yukie-san, yo solo me rasqué la nuca con cierto nerviosismo.
   —Los chicos están más que ansiosos por empezar el torneo —miré la grilla y noté que probablemente podríamos tener la posibilidad de enfrentarnos a Karasuno—. Además, los de tercero esperan que este sea nuestro año.
   —¡Ahí están! —escuchamos una voz a nuestras espaldas, eran las mánagers del Karasuno—. Es bueno verlas, felicidades por la clasificación.
   —Gracias, igualmente para ustedes —las felicité, ellas nos mostraron una sonrisa—. Escuché que su partido contra el Shiratorizawa fue intenso.
   —La verdad, todos terminamos llorando a mares después de esa victoria —reconoció Yachi-san, observando las canchas por donde entrarían los distintos equipos—. El equipo está más que animado por el Torneo.

  Admito que me gustó ver la ceremonia de apertura. Los distintos equipos desfilando eran maravillosos. Hasta cuando el Nekoma desfiló, supe que Kuroo-senpai había regañado a Kenma-san para mantenerse en una postura lo suficientemente aceptable para el desfile. Era fácil de notar por la cara de fastidio del pudin desinflado.
  Los partidos comenzarían al día, así que de vuelta en el hotel, los chicos empezaron a ver videos de sus rivales en las redes. Yo, por otra parte, me puse a anotar distintas cosas necesarias para el día de mañana. La ubicación de las fuentes cercanas a las canchas que jugaríamos, los tiempos de práctica con los del partido, los almuerzos para llevar, donde estaba la enfermería por cualquier emergencia, etc.