😺 Extra #2

1K 99 8
                                    

Pasó un mes desde que estoy oficialmente comprometida, decidimos festejar la boda una vez que fueran las vacaciones de verano. Cuando les dimos la noticias al resto, Shōhei nos felicitó (aunque sé que luego amenazó a solas a Lev), Alisa estaba más que emocionada de organizar todo, nuestros amigos de preparatoria también estaban más que emocionados y Kaori-chan me rogaba llorando ser la dama de honor. Los medios tampoco esperaron para esparcir la noticia: "Las esperanzas de conquistar al modelo más codiciado, se volvieron puras fantasías", al menos así lo habían publicado en varias revistas.
La peor parte fue, en cuanto puse un pie en mi salón, la mayoría de mis compañeros de clase se me abalanzaron histéricos con varias preguntas con respecto a mi relación con Lev. Sabía que tarde o temprano se enterarían, pero realmente hubiese preferido que hubiese sido después de la boda, una vez que volviera de mi luna de miel para iniciar las prácticas. Dentro de unos días, tendríamos la ceremonia del paso de la luz. El problema era que Lev me había prometido que iría a verme, pero después de esta "confesión" pública no estaba muy segura de que fuese la mejor idea.

—El tiempo si que vuela Fukunaga-chan —me comentaba Kaori-chan, con quien me reuní después de mi última clase antes de la ceremonia—, apenas hace unos años éramos unas mocosas de secundaria sin saber que hacer. Miranos ahora, tú terminando enfermería con una especie de cuadro de honor y mi suceso en el blog deportivo.
—Ahora mismo, no me preocupa lo que pasará en la ceremonia —dije mirando las distintas opciones que me propuso Alisa-chan para organizar la boda—. Realmente amo a Lev, pero me complicó demasiado al querer casarnos en menos de dos meses.
—¿Cómo vienen los planes para la boda? —preguntó mi amiga, al notar que cambié el tema—. ¿Necesitas ayuda en algo?
—Si me consigues a un modista que pueda tener mi vestido en menos de dos meses, te lo agradecería de todo corazón —lo demás estaba cubierto por mi futura cuñada, pero con relación al vestido estaba en problemas. No por cuestión de dinero, sino que era algo que los estilistas no estaban dispuestos a tomar el desafío—. Ningún modista en todo Tokio quiere preparar mi vestido con tan poco tiempo, además los pocos que he visto de la empresa con la que están trabajando los Haiba... Dios, tendrías que haberlos vistos, no los soporto.
—Bueno... Sabes qué mi blog es deportivo ¿verdad? —estampé mi cabeza contra la mesa ante la desesperación—. Está bien, está bien. Creo que tengo una forma...
—¡Gracias Kaori-chan! —me levanté a abrazarla.
—A cambio, quiero que me consigas una entrevista exclusiva con Yaku-san —me amenazó mi amiga, supongo que ese contacto no sería fácil.
—Trato hecho.

Los días siguientes, fue una especie de movimiento constante entre la universidad y la preparación para la boda inminente. Agradecía que muchos de nuestros familiares y amigos nos daban una mano con tan poco tiempo de anticipación. Resulta que Kaori-chan me puso en contacto con el antiguo miembro del Karasuno, si mal no recordaba era la estrella de cuando estaba en mi primer año: Azumane Asahi. Tendrían que hacerle un monumento a este hombre, incluso si se consideraba un estilista amateur, en un mes y medio había conseguido crear un hermoso vestido de novia para mi. Era un vestido blanco largo, no tas ajustado al cuerpo, pero sin tantos bolados o suelto, el escotado era liso y de encaje con mangas cortas.
Antes de realizar la boda, tuve mi ceremonia del paso de la luz en la iglesia pegada a la universidad. Según conversé con Lev, me prometió que esperaría a unas cuadras de allí junto a Shōhei. De esa forma, no causaríamos problemas o revuelos previos y post del juramento. Todos en la capilla teníamos velas artificiales (la iglesia no nos permitió tener velas reales por normas de seguridad) y nos acercamos a la jefa de enfermería en donde haríamos nuestras prácticas dentro de unos meses. Yo fui la primera de todos los alumnos en recitar el juramento Nightingale.

 Yo fui la primera de todos los alumnos en recitar el juramento Nightingale

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Terminada formalmente el evento, me encontré a Inuoka-kun en la entrada. De ahí, caminamos los dos hasta encontrarnos con mi hermano y mi prometido, ambos con un pequeño ramo de flores. Me le abalancé a ambos, de la felicidad que tenía. Gracias al cielo, no comenzaría con mis prácticas hasta después del receso de tres meses. Lo siguiente en el calendario era nuestra boda con Lev. Los días volaron hasta que llegó el gran día.

—¿Estás segura qué no prefieres posponer esto? —preguntó mi padre de camino a la iglesia donde me casaría—. Digo, todavía tienen tiempo para casarse...
—Papá, admito que toda la planeación fue precipitada —apoyé una mano sobre la suya—. Pero estoy 100% segura de que me quiero casar con él hoy mismo.
—Mi niña —parecía que se largaría a llorar en cualquier momento, después miró a mi hermano con cierta duda—. ¿Cuándo será que tú encontraras a la persona indicada?
—Quien sabe... Solo quiero enfocarme que ese larguirucho no lastime a mi hermanita —yo no sabía como mantener la templanza con ellos dos presentes—, hablando de esto. ¿Dónde se supone que está Lev?
—Ya está allá, se siente demasiado ansioso y no pudo esperar hasta la hora que nos dieron —dije mirando el celular, con mensajes de mi prometido—. Solo espero que mamá esté allí con mi vestido intacto y con la maquillista y peluquero...
—Tranquila nena, todo está bajo control —intentó calmarme mi padre, siento que los nervios de la novia comenzaban a salir rápidamente—. Aún tenemos algo de tiempo, además ya estamos cerca.
—Se ve que Lev no es el único ansioso aquí —se burló Shōhei, al cual le dediqué una mirada poco amigable.
—En cuanto tú planees tu boda con solo dos meses, ahí quiero verte a ver que opinas al respecto —contraataqué.

Mientras más tiempo pasaba, sentía que comenzaba a sudar peor que Yuki-kun cuando esperábamos los resultados de nuestros exámenes en preparatoria. Por suerte, Kaori-chan se mantuvo a mi lado, al igual que mi madre, para apoyarme moralmente en cada segundo que pasaba. Cuando fue momento de comenzar, mi amiga se reunió con Inuoka-kun, quien era el padrino que Lev escogió para caminar hacia el altar y mi padre estaba conmigo unos pasos más atrás. Ver a Lev con ese traje tan elegante, bien peinado, con esa sonrisa maravillosa desde el final del pasillo de alguna forma me transmitió seguridad y tranquilidad.
Llegamos con mi padre y antes de entregarme a mi futuro esposo, le dio una mirada amenazante y casi lo hace verbalmente diciendo "Cuida bien a mi pequeña o sino, ya verás de lo que soy capaz de hacer contigo". No les voy a mentir, incluso después de todos nuestro años de noviazgo y romance, Lev le tiene cierto miedo a mi padre. El cura hizo la ceremonia normalmente y de repente ya estábamos en la parte de los votos.

—Haiba Lev, aceptas a Fukunaga _____________ como tu legítima esposa. En la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe.
—Acepto.
—Y tu, Fukunaga ____________, aceptas a Haiba Lev como tu legítimo esposo. En la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe.
—Acepto.
—Pues, por el poder que Dios me confirió ante su hermoso amor, yo ahora los declaro marido y mujer —nos miramos a los ojos, parecía que ninguno quería romper ese momento de fotografía—. Puede besar... ¿Al novio? —normalmente él tendría que dar el paso, pero yo me adelanté debido a que fue Lev quien dio el paso para organizar esto con dos meses de anticipación.
—¡Qué vivan los novios! —como de costumbre, Kuroo-san ya estaba armando un escándalo.

Salimos de la iglesia para ir a un salón que reservamos con ayuda de Alisa-chan, la verdad nuestros amigos y familia nos había ayudado de formas más extraordinarias que si lo hubiésemos hecho nosotros solos, no habría sido posible. La verdad, le propuse a Lev retribuirles a quienes nos ayudaron de alguna forma y él estuvo totalmente de acuerdo.
El resto del día fue un completo éxito, yo consideraría que sobre todas las cosas, cuando lancé el ramo fue la mejor parte de lejos. Las flores cayeron en manos de Akaashi-senpai, eché una mirada furtiva a su compañía (Bokuto-san) y noté que Kuroo-san se me había adelantando en preguntar los detalles para su boda. Aquellos dos negaban que existiese la "relación", pero todos los presentes que los conocíamos desde la etapa de preparatoria sabíamos que eran excusas y mentiras.

—Realmente, hoy fue uno de los mejores días de mi vida —nos habíamos alejado un poco del centro de la fiesta, para tener un momento nosotros dos a solas—. No cambiaría esto por nada en el mundo.
—También es uno de los mejores días de mi vida —sentí que su mano iba a parar a mi mentón, para levantarlo levemente hacia su rostro—, porque acabo de casarme con la mujer de mi vida.
—Nadie podrá interponerse entre tu y yo ahora —dije para darle un beso en los labios, el cual Lev correspondió al instante. Ni bien nos separamos, antes de que él me diera otro beso de esposos, mis compañeros de enfermería se lo llevaron para tomarse fotos y pedir autógrafos—. Puedo lidiar con eso, después de todo, es la vida que elegiste y tu determinación es algo que adoro de ti.

Mi rascacielos humano  (Lev Haiba x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora