· Día 13: Tienda de flores ·

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· CHAT NOIR, REPARTIDOR DE AMOR ·

Carismático, extrovertido, juguetón, bromista, noble, excéntrico, coqueto, admirable, optimista.

En palabras sencillas, Chat Noir.

El héroe de la ciudad se encontraba saltando por los techos hasta detenerse cerca de una calle específica, para después bajar hasta la misma y seguir el poco trayecto que recorría a pie, mientras iba saludando a los parisinos que iban transitando por ahí.

Luego de un pequeño trayecto más, el superhéroe de detuvo frente a un pequeño edificio específico, al cual entró con total normalidad: A una tienda de flores.

Las pocas personas que habían en el local se sorprendieron al ver al héroe en aquél lugar, y la chica pelirroja de color marrón frente al mostrador casi se le cae la mandíbula al suelo por semejante persona en su local.

—¡Bienvenido a Las Flores de Marte, señor Chat Noir!—. Exclamó ella, con algo de nerviosismo en su voz.

—Buenos días—. Saludó el héroe felino mientras hacía una pequeña reverencia.

—¿Qué necesita?—. Preguntó la pelirroja.

—Lo que pido es un enorme ramo de rosas, jazmines, gardenias y orquídeas—. Habló el rubio superhéroe. —Ellas simbolizan el amor. Todas en sus distintas variantes de colores, por favor.

La muchacha de ojos marrones asintió de manera enérgica antes de que, con su otro compañero también pelirrojo empezar a armar el gigantesco ramo que había perdido el superhéroe. Tuvieron que hacer algunos trucos para que todas las flores quedaran bien, pero al final le entregaron al ojiverde el ramo.

Cuando le pasaron el mismo a Chat Noir, éste casi se tropieza por lo pesado que resultó ser el ramo... debió haberlo pensando un poco mejor.

—No será difícil llevar tantas flores así—. Preguntó la muchacha.

—Tengo grandes músculos así que esto es pan comido—. Mencionó él, mintiendo.

Aún no se explicaba cómo es que siendo Chat Noir y Adrien no se le veían músculos algunos, pero siendo MisterBug, por ejemplo, sí los tenía.

Ni siquiera batallar con villanos a diario le servía de algo.

—Bueno ya me voy...

—Chat Noir—. Interrumpió la pelirroja. —¿El pago por las flores?

—Oh, de eso no se preocupe, póngalo a la cuenta de Nino Lahiffe, él me autorizó.

Nunca le digan a Nino de esto...

Y sin más, el superhéroe se dio media vuelta para poder salir del local, teniendo alguien que abrirle la puerta porque estaba demasiado difícil que él lo hiciera solo.

Las flores estaban dificultando un poco su vista, pero ya tenía el camino que iba a tomar trazado de memoria así que sin más empezó a caminar.

. . .

Terminó llegando a la Plaza de los Vosgos.

Ya allí, sonrió ampliamente antes de empezar a recorrer el parque mientras que con cada chica que se encontraba, le iba regalando una flor, no importaba cual. Habían demasiadas akumatizaciones de mujeres últimamente, debía contrarrestar eso un poco al menos. Al cabo de un rato, cuando ya todos notaron que el héroe de la ciudad estaba repartieron flores, todas las chicas se le acercaban para que el ojiverde les diese una flor.

Por otra parte, había alguien a lo lejos que miraba al héroe con una cara de pocos amigos.

Chat Noir notó que las flores se estaban acabando rápidamente, por lo que debía encontrar una ideal para mantenerla reservada. Hacia él se habían acercado todas: Adolescentes más que nada, mujeres adultas, niñas pequeñas, y hasta algunas ancianas.

Un punto más en popularidad—. Se dijo él en sus pensamientos. —Siendo así, el marcador queda: Chat 1, Ladybug 15... voy bien.

El optimismo ante todo.

Cuando las flores empezaron a acabarse, las personas empezaron a retirarse del sitio en donde estaba el héroe. A la mano de él sólo habían quedado dos rosas, una roja y otra amarilla. A él se le acercó una niña pequeña, queriendo tomar una flor.

Chat Noir le sonrió a la par que se agachaba a la altura de la pequeña y le entregaba la rosa roja. La niña le dio un pequeño beso en la mejilla como agradecimiento.

Cuando él se incorporó, vio a lo lejos a la persona a la que le tenía reservada la rosa restante, por lo que fue hasta ella muy feliz de la vida, sin darle importancia al rostro de medio enfadado que ésta se traía.

—Y para la chica más asombrosa de todas, una rosa amarilla, por nuestra amistad—. Dijo él.

Marinette, tratando de no rechistar, se la aceptó.

—¿Estás seguro de que las rosas amarillas no significan celos?—. Preguntó la azabache.

—A mí no me vengas con esos cuentos Princesa, que yo ya viví eso y sé que estas rosas sí simbolizan la amistad—. Aseguró él.

—Sí tú lo dices...

Sin más, Marinette se dio media vuelta para volver a ir hacia su hogar, pero después se detuvo y miró por encima del hombro al héroe, que se había quedado en su sitio.

—¿No vas a venir o qué?—. Cuestionó ella, haciendo que él reaccione y adelante el paso hacia donde ella estaba.

Marinette estaba muy rara ese día.

Primera parte del arco "Amores extraños"

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¡Ya estamos en el día 13!

Y aquí tienen el segundo arco de historia "Amores extraños" donde veremos el extraño caso de amor de estos dos tontos.

Pocas ideas se me ocurrieron para éste día, y cuando llegó a mi cabeza la imagen de Chat Noir dándole flores a todas las mujeres y dejando de última a Marinette, inmediatamente supe que era la idea correcta, y para no dejar un final abierto, creé un segundo arco de historia.

No nos podemos despedir sin el clásico ¿Alguien aquí recibió su flor de parte de Chat Noir? :3

Ah, y también el clásico ¿Les gustó?

¡En el día 24 se viene la segunda parte! ¡Hasta mañana!

..Mystery..

Another Night on the BalconyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora