· COSAS ANTIGUAS ·
El sonido de la televisión con un molesto comercial hizo que ambos sin quererlo se despertaran, frunciendo el ceño por haber sido despertados de la apacible siesta que habían decidido tomar, uno junto al otro allí en el sillón.
Aún algo adormilados, el héroe y la civil voltearon a verse entre ellos, sonriendo de manera boba al ver el cansancio en el rostro del otro, pero que a la vez les provocó una suave risa.
—¿Dormiste bien?—. Le preguntó él a ella.
—Mejor que nunca al usarte de almohada—. Respondió la ojiazul.
—¿Entonces mi novia solo me ve como un objeto? Que ofendido estoy—. Dijo el ojiverde a modo de broma.
Ambos volvieron a reír un poco antes de volver a dedicarse a dormir, usando ella el hombro de él como soporte y él la cabeza de ella.
La compañía perfecta en una agradable siesta de media tarde en el sillón luego de haber jugado videojuegos.
Sí, definitivamente la vida les sonría a esos dos luego de haber descubierto sus identidades y hacerse pareja.
Aún sin haber logrado dormir otra vez, Chat Noir y Marinette lograron oír cómo la puerta del departamento se abría y alguien entraba al lugar. Hasta que...
—Voy a guardarlos para enseñarles después a mis nietos—. Oyeron decir a Tom.
Esperen...
—¿¡QUÉ!?—. Gritaron ambos adolescentes, saltando del sillón debido a la sorpresa.
¿Qué estaba pasando?
—¿¡Cu-cuáles nietos!?—. Cuestionó casi horrorizada Marinette.
—¡Lo siento!—. Gritó Chat Noir, cayendo de rodillas mientras juntaba sus manos, implorando perdón.
Tom sólo pudo ver a ambos adolescentes sin entender mucho.
—¿Y a ustedes qué les picó?—. Preguntó el hombre.
—¿¡Cuánto tiempo nos dormimos!? ¿¡De qué nietos hablas!?—. Habló Marinette, incapaz de modular la voz.
—Pues de los nietos que voy a tener en el futuro, claro—. Dijo Tom, como si fuese lo más obvio del mundo. —Guardo estos viejos billetes ya devaluados para que cuando tenga nietos les muestre este antiguo cono monetario... ¿O es que no me vas a dar nietos, Marinette?
La recién mencionada sólo pudo cubrirse la cara para que ni su novio ni su padre viese el horrible sonrojo que ahora tenía.
—Señor Dupain, discúlpeme, pero sólo a usted se le ocurre decir esas cosas cuando dos adolescentes recién despiertan de la siesta y no terminan de reiniciar sus cerebros—. Aclaró Chat Noir, levantándose del suelo.
—De acuerdo, lo siento... pero aún así espero a mis nietos—. Condicionó el hombre castaño mientras se iba del lugar.
Cuando nuevamente estuvieron solos, Marinette y Chat Noir intentaron mirarse, pero casi al instante desviaron la mirada hacia otro sitio.
Vaya manera de despertar.
[. . .]
Algunos años más tarde...
Marinette veía como su padre le entregaba a un pequeño rubio ojiverde de cinco años de edad unos viejos billetes, haciendo que el infante momentos después se acercara a ella emocionado por lo que ahora poseía.
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Another Night on the Balcony
Fanfiction|Reto Mayo Marichat 2021| Otra vez ellos se juntan en busca de nuevas aventuras, nuevas experiencias, nuevos recuerdos ¿Y quién sabe? Quizá incluso hasta nuevos sentimientos. Las aventuras de una aspirante a diseñadora de modas y el guapo superhéroe...