· Día 06: Medianoche ·

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· CUANDO EL RELOJ NOS MARQUE LAS DOCE ·

La brisa nocturna era ideal para encontrarse fuera y no pasar mucho frío. Las estrellas brillaban como siempre en el firmamento. La Luna llena como siempre mantenía su mágico resplandor. En palabras sencillas, era una noche bella.

Y por igual, acompañando a la noche estaba una chica igual o aún más bella que ella. El viento movía sus cabellos con calma y los astros iluminaban sus grandes ojos azules dándoles un brillo extra a los mismos, porque aquellas gemas azuladas de por sí siempre tenía un brillo especial en ellas, que los hacía únicos.

La mirada azulada de la joven se paseó por los tejados de todos los edificios hasta donde alcanzaba a ver, tratando de buscar algo... o más bien, a alguien.

Soltó un suspiro antes de tomar su celular y revisar la hora, viendo que sólo faltaban cinco minutos para la medianoche. Impaciente, se levantó de su silla plegable y empezó a caminar de un lado a otro en el pequeño espacio que tenía en su balcón. Destestaba esperar.

Aquello venía porque, cuando se proponía a esperar a alguien por cualquier motivo, la otra persona tardaba un mundo en aparecer. Resultaba irónico puesto que ella usualmente llegaba tarde a los sitios, pero ya era algo de ella misma.

Sintió que pasó una enternidad, para finalmente ver cómo las 11:59 pasaban a ser las 12:00. Inevitablemente sonrió.

—Y como siempre, estoy puntual a la medianoche—. Escuchó decir.

Ella volteó a ver hacia todos los sitios, pero no vio a la persona que tanto esperaba.

—Mira hacia arriba, tontita.

Ella, un poquito ofendida, hizo caso y levantó la mirada, por fin encontrando a quien estaba esperando, aunque con unas modificaciones extra: Chat Noir, pero transformado ahora en Astro Chat.

—¿Ahora los gatos vuelan?—. Preguntó la ojiazul.

—La verdad es que en todo mi tiempo como héroe siempre he sido arrojado hacia todos los lugares Marinette—. Respondió el ojiverde. —Así que lo de volar ya lo hacía, solo que ahora lo hago por voluntad.

Marinette rió por eso.

Ahora que ambos habían empezado a frecuentarse un poco más, por mera diversión habían escogido su hora de encuentro siempre a la medianoche, todo gracias a un comentario del héroe.

"Si Cenicienta escapa del príncipe a la medianoche, el héroe puede ir en busca de su Princesa a la misma hora, ¿No?"

Y así empezó todo, pero con el pasar del tiempo para Marinette se había hecho costumbre esperar al felino a la hora pautada, llevándola a esperarlo impaciente últimamente.

—Pero bueno—. Habló la Dupain-Cheng. —Ya estás aquí, ¿Por qué no desactivas el poder especial?—. Le preguntó.

Astro Chat aterrizó limpiamente en frente de su acompañante y le dedicó una sonrisa ladina.

—Porque esta noche la rutina cambia—. Explicó él. —Quiero llevarte a dar una vuelta por la ciudad, pero desde los aires.

Marinette se permitió dudar por unos segundos.

—No lo sé Chat—. Dijo algo dudativa. —Podría ser peligroso.

—No tienes por qué preocuparte Princesa, yo me voy a asegurar de que estés completamente a salvo—. Aseguro Chat. —¿O lo dudas? Si hasta te he salvado tantas veces de los akumatizados que hasta perdí la cuenta.

La azabache rió suavemente por eso, a la par que negaba con la cabeza.

—Voy a confiar en ti—. Le dijo.

Astro Chat asintió, antes de alzar a la chica en brazos y mirarla con una sonrisa algo burlona.

—¿Significa que antes no confiabas en mí?

—Dejo que un superhéroe adolescentes me visite a diario a la medianoche, creo que eso ya habla de la confianza que te tengo.

—Si tú lo dices...

Y en pocos segundos, Astro Chat tomó vuelo rápidamente, y dejando por accidente que, tras el impulso, el calzado de Marinette saliese volando de sus pies.

Por lo menos cayeron en el balcón.

—¡Oye, mis zapatos!—. Reclamó ella.

—¿Cuáles son tus quejas? Ya eres toda una Cenicienta, incluso perdiste el otro zapato—. Se burló él.

—En teoría, basándome en la frase que dijiste cuando nos empezamos a frecuentar, tú eres Cenicienta.

—Lo discutimos después.

Siendo rápido, Astro Chat aceleró el paso que llevaba, sobresaltando a Marinette en el proceso por el repentino aumento de la velocidad. Pero al cabo de un rato, se fue acostumbrando al ritmo y se dedicó a ver la ciudad desde ese punto de vista, y pese a que ya lo había visto antes siendo ella Cosmo Bug, al ser Marinette en aquellos instantes hacía que se sintiera como la primera vez.

Al rededor de media hora después, ambos adolescentes veían la ciudad de París en un punto fijo y sin moverse, estabdo incluso más arriba por sobre la Torre Eiffel, dándole a la ciudad un aspecto diminuto pese a ser una ciudad enorme.

—Gracias por esto Chat—. Habló Marinette casi en un susurro.

—A sus órdenes siempre, Princesa—. Contestó Chat del mismo modo que ella. —Cuando sea la medianoche, estoy ahí para servirte.

En un repentino movimiento, a modo de broma, Astro Chat voló en picada hasta la ciudad, y no hacía falta mencionar que le había sacado un aterrado grito a Marinette debido a aquella travesura.

Volvió a tomar vuelo alto a la vez que reía burlón, mientras veía como los labios de Marinette se fruncían hasta verse pequeños y diminutas lágrimas lograban apreciarse desde la comisura de sus ojos.

—Admite que fue divertido—. Mencionó él.

—No más falta que te vea yo sin el traje espacial, y me reservo mis siguientes palabras—. Advirtió ella.

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¡El sin dudas tierno, día 06!

Muchas ideas se me pasaron por la cabeza para hacer este día pero nada me convencía, hasta que me vi el especial de Shanghai con subtítulos, y cuando vi a Astro Chat me dije:

"Tú amigo mío, eres un candidato casi no muy usado en el Marichat hasta donde sé" ✨.

Y de allí, salió esto, corto, bonito, sencillo. Me gustó el resultado final.

¿Y a ustedes?

Ya para mañana está la segunda parte del arco "Secretos de la Guardiana", así que nos vemos en el día 07.

..Mystery..

Another Night on the BalconyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora