Another Night on the Balcony

· Día 23: Videojuegos ·

· EL RÉCORD ·

—Es obvio que yo voy seré la mejor.

—No, el que será el mejor seré yo.

Y como era de usual en el caso de los videojuegos, Marinette y Chat Noir estaban discutiendo sobre quién era el mejor de los dos. Y con mayor razón lo hacían ese día, debido a que la azabache había conseguido un juego nuevo, y ambos trataban de probar quién podría obtener el mayor puntaje en tan sólo su primera ronda.

—¿Quieres perder rápido Gatito? Para ser un héroe no tienes chance de ganar esta batalla contra mí—. Le dijo Marinette.

—¿Así que la Princesa tiene agallas, eh?—. Cuestionó Chat Noir. —Hay que ver si esas no son sólo palabrerías tuyas.

—¿Listo para perder?

—Estoy listo, pero para ganar.

Ambos adolescentes estaban por tomar sus respectivos mandos de juego, hasta que...

—¡Marinette! ¡Chat Noir!—. Oyeron la voz de Sabine desde el piso de abajo.

Ambos se miraron algo extrañados por el repentino llamado por lo que, dejando los mandos a un lado, caminaron hasta la trampilla para abrirla y así ir hasta la estancia del hogar, en donde los estaba esperando Sabine.

Mientras, Tikki vio como su portadora y el compañero de ella se iban y dejaban que el silencio reinara una vez más en la habitación, miró hacia el computador donde habían dejado el nuevo juego en plena pantalla de inicio.

Con Marinette y Chat Noir de nuevo...

Sabine les había pedido que le ayudaran a llevar unos ingredientes de la bodega hasta la panadería, ya que ella y Tom estaban haciendo un pedido de último minuto que se había encargado.

Pero aún así, mientras llevaban los ingredientes, no podían dejar de mirarse de una manera retadora a la par que se susurraban entre ellos quién iba obtener el récord.

—Puedes quedarte aquí y ayudar a tus padres—. Decía Chat Noir. —Yo iré a conseguir ese récord.

—Sueña si piensas que te voy a dejar ir sin más—. Le refutó Marinette. —Además, la última vez que te dejé solo en mi habitación, todos mis materiales de costura estaban revueltos en todos lados.

—Intentaba sacar a una paloma que había entrado de casualidad—. Se excusó el héroe, obvia mentira para no decir lo que estaba haciendo en verdad.

Y hasta ese día no quería decir lo que en verdad pasó.

—Deja de vivir de las excusas.

—¿Cómo quieres que sea un superhéroe adolescente entonces?

—Marinette, Chat Noir—. Oyeron de pronto hablar a dos voces al unísono.

El rubio y la azabache se voltearon, viendo que Tom y Sabine los veían confundidos.

—Les pedimos los ingredientes, no las escobas—. Señaló Tom.

Y fue así como los dos jóvenes terminaron cayendo en cuenta que en vez de azúcar y huevos, habían tomados en su lugar las escobas con las que se barría la panadería.

—¿Saben qué? Ya pueden ir de regreso a jugar videojuegos, nosotros nos encargamos ahora—. Volvió a hablar Tom.

La ojiazul y el ojiverde se encogieron de hombros apenados por la situación y, dejando las escobas a un lado, fueron a subir las escaleras para regresar otra vez al departamento... sólo que cuando Sabine y Tom los perdieron de vista ellos echaron a correr hacia la habitación de Marinette.

—Ese récord debe ser mío—. Se decían ambos mentalmente.

Al llegar al departamento, aceleraron el paso subiendo las escaleras para ir a la habitación de Marinette, y al querer entrar casi pierden el equilibrio y caen.

Sin embargo, pudieron haber tenido una segunda caída al visualizar en la pantalla del computador algo que no estaba ahí antes:

Se mencionaba un nuevo recordó de 25.789 puntos...

—¿¡Cómo es posible!?—. Gritó Chat

—¡Un récord incluso de 5000 es demasiado difícil de conseguir!—. También gritó Marinette.

Ambos se acercaron a la pantalla para ver el nombre de usuario de quien en ausencia de ellos se había metido con el juego, notando que el usuario en logara el anterior mencionado puntaje récord se hacía llamar "La Doncella de Rojo y Negro".

—¡¿Y esa quién es?!—. Gritaron ambos adolescentes.

Por su parte Tikki, quien se encontraba escondida junto con alguno de los otros kwamis, sonrió victoriosa al haberle dado una lección a ese par de tontos.

Así aprender a bajarle 80 al nivel de competitividad que ellos tenían. Y era por el propio bien de ellos.

La última vez uno terminó desmayado.

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La verdad ni yo sé qué loquera acabo de escribir, así que necesito sus opiniones. Desde mucho antes que ni sabía que hacer con este día.

Pero bueno, gran lección de la Tikki para Marinette y  Chat, ellos andan con muchos griteríos por los videojuegos desde el año pasado 👌

¿Les gustó? Si este realto me salió sin sentido, espero que el de mañana esté bien, porque ya toca la segunda parte del segundo arco de historia de este reto.

¡Hasta mañana! ¡Adrinette supermacy!

..Mystery..