· Día 03: Tierra ·

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· HORA DE LA LIMPIEZA ·

Podría decirse que a Marinette casi se le cae la mandíbula a suelo, solo con ver a Chat Noir en ese momento. Su traje, su rostro y hasta su cabello, no había sitio alguno en donde el héroe no estuviese lleno de tierra.

¿Y así pretendía llegar por el balcón, entrar por el tragaluz a su habitación y de paso llenar por completo su cama de suciedad?

—¡Explica ahora!—. Exclamó la chica.

Y él solo pudo sonreír nervioso.

Flashback

Como era costumbre cada noche, Chat Noir se dirigía a hacerle la clásica visita a Marinette, pero fue detenido cuando escuchó la mención de su nombre por varias voces.

Bajó la vista hacia la calle en donde pudo ver a un grupo de chicos que llamaban su atención. Se impulsó para bajar del techo en donde se encontraba y llegó hacia donde estaban los muchachos. Inesperadamente los mismos lo acercaron para sacarse una foto con él, en lo que apenas él lograba sonreír para la cámara.

Cosas típicas de casi todos los días.

Una vez que los chicos se fueron, el héroe estaba a punto de continuar con su camino hacia el hogar de su amiga, cuando de repente escuchó un montón de ladridos. Volteó la vista y se encontró con un paseador de perros cumpliendo con su trabajo, pero los canes que llevaba estaban todo alborotados. El héroe pensó que podría ayudar al hombre a calmar a los perros pero cuando apenas se estaba acercando dos de los caninos lograron soltarse de sus respectivas correas y empezaron perseguirlo.

Allí entendió todo. Perro + Gato: Mala suerte.

—¡Y para colmo mi Miraculous es el de la mala suerte!—. Se lamentó el ojiverde mietras corría y se adentraba en la Plaza de los Vosgos.

Ahora la pregunta es, ¿Quién había hecho un pozo para plantar un nuevo árbol y había dejado el montículo de tierra sacada en medio del camino?

Sin notarlo, el rubio chocó contra el montículo de tierra y muy a su pesar, terminó estrellado de lleno y se ensució todo. Lo único bueno que salió de todo eso es que los perros corrieron de largo.

Fin de Flashback

—Y así llegamos hasta este punto—. Comentó el ojiverde tras terminar de relatar sus pesares a Marinette.

—Eso te pasa por querer hacerte el héroe—. Le dijo la Dupain-Cheng.

—¡Soy un héroe!

—Pues ve mejorando eso—. Le dijo ella con burla, mientras ingresaba a su habitación.

Marinette era malvada, incluso se atrevía a robarle su puesto como el comediante. Exigía un trueque.

Luego de un rato, la azabache regresó al balcón con una toalla de baño, un trapo mediano, un balde a casi la mitad lleno de agua. Dejó la toalla a un lado y le entregó a Chat Noir el balde y el trapo.

—A mi habitación no entrarás hasta que seas negro otra vez y vuelvas a teñirte de rubio—. Mencionó la chica mientras se sentaba en su silla plegable y observaba al chico.

—Muy mal chiste señorita Dupain-Cheng. Al menos pensé que me ibas a ayudar con eso.

—Ya eres un gato grande, puedes lavarte tu solito, pero si tanto insistes...

Marinette le levantó de su silla y se acercó a su contrario. Tomó el trapo que le había entregado con anterioridad y lo remojó en el agua para después exprimirlo. El héroe volteó por unos segundos hacia las calles rogando que nadie viese la escena que estaba ocurriendo, y literal solo se distrajo un segundo cuando...

—¡Marinette!—. Exclamó avergonzado y enormemente sonrojado, mientras la ojiazul explotaba en carcajadas.

No sabía cuándo Marinette se había vuelto tan atrevida, pero ya tenía claro que su faceta de ángel ya estaba perdida. La muy osada tuvo la gran osadía de "limpiarle" su trasero en primer lugar.

—¡No es mi culpa que sea el lugar más sucio que tengas!—. Trató de justificar Marinette.

—¡Sí claro, un poco más y ya puedo decir que tengo cabello castaño!

—¡Entonces sí eres teñido!

Desde que habían tomado más confianza entre ellos Marinette no podía evitar burlarse de el cada que podía y así compensar todas las malas bromas que él le hacía a Ladybug, y vaya que era gracioso y muy adictivo molestar a Chat Noir.

Las risas de ella callaron súbitamente, cuando el muy osado gato ese había tenido la osadía de tomar el balde de agua y tirarlo sobre ella, ahora quedando él sucio y ella toda mojada.

—A ver si así se te quita lo pervertida, niña, un buen balde de agua fría.

Marinette por su parte lo observaba con una mirada asesina, mientras que cuidadosamente se cubría el pecho con su chaqueta negra. Había peligro de transparencia, y ella no era la única mente perversa en ese balcón.

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¡Día 03!

Este día nos encargamos de mostrar lo perversos que son Marinette y Chat, y es que la verdad, no pude evitar hacerlo. 😅

Además de la mala suerte que a ambos persigue, pobres :(

¿Les gustó este día ✨?

Ya para mañana se viene una comedia que ya quiero que lean, pero por los momentos, ¡Hasta mañana! 👋

..Mystery..

Another Night on the BalconyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora