•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐢́𝐀• || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 3

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Los rayos del sol pasan de un lado a otro entre las hojas de los grandes árboles pegando en algunas partes de mi cuerpo, así que tengo que caminar de un lado a otro jugando a que no me tienen que tocar. Mientras lo hago Glenn me mira con diversión y  me siento obligada a dejar de hacerlo cuando noto su diversión en mí. La cara se me ruboriza por el recatado momento.

Meto una nuez en mi boca mientras observo el mar verde de árboles que se ve infinito. Caminos interminables.

Entre más deseo un lugar seguro, se escucha cada vez más imposible.

Nos detenemos en un río donde Carol, Karina y Tyreese se ofrecen a llenar las botellas. Me siento en el suelo para esperarlos y suelto un suspiro cansado mientras muevo los pies en circulos para quitar el dolor del cansancio.

En un momento, Karina y los demás regresan con las botellas en la mano. Alzo la cabeza y al verme me avienta el objeto a lo que lo atrapo con agilidad, le quito la tapita para darle un refrescante trago y mi garganta se siente satisfecha. La castaña le dedica una mirada al mini sheriff pensando si hacer la misma acción con él. Me le quedo viendo con ojo clínico. Niega ligeramente como si tuviera con conversación con su conciencia. Se acerca con pasos cortos, le entrega la botella con amabilidad y Carl  agradece con una sonrisa tan pequeña, pero linda.

—¿Te quedaron algunas nueces?— me pregunta en voz baja cuando mi amiga se aleja y asiento.

Meto mi mano en el bolsillo delantero del pantalón donde las tengo guardadas y se las extiendo todas las que me quedan ahuecando la mano. Sonríe aliviado y toma una, asimismo sacudo levemente esta misma llamando su atención.

—De hecho las guardé para tí— alzo los hombros inocente —Vi que no agarraste cuando Daryl las ofreció.

Se me queda viendo con esos ojos azules tan iluminados por unos cortos segundos y se le escapa una sonrisa encantadora a lo que me pongo de mil colores bajando la mirada a la tierra al sentir las mejillas rojas. Guardo la botella en la maleta azul y luego vuelvo a mirarlo. Se inclina a mí y yo me apresuro a darle un fugaz beso en la mejilla. Mi corazón se acelera al tenerlo tan cerca, así que le regalo una sonrisa angelical alejándome un poco para que no sienta el temblor positivo que me provoca.

Minutos después nos preparamos para seguir el largo camino.

Trato de ser positiva como la mayoría de veces, pero al ver los pasos arrastrados de todos nosotros ellas mismas se despegan poco a poco. Son fuertes que podrían llamar la atención de algún caminantes. No los culpo. Estamos cansados.

(***)

Cuando el cielo empieza a oscurecer Rick decide parar para tomar un descanso, pues el bosque se ve oscuro que es imposible ver a detalle nuestros alrededores.

Me detengo y dejo la maleta azul sobre la tierra mirando a todos lados por los oscuros caminos de árboles algo nerviosa, aunque ya lo hemos hecho antes esto sigue dándome miedo. Me recuerda en los principios. Jamás pude dormir bien.

Abraham prende una fogata y la mayoría se pone alrededor de esta. Carl se sienta con cuidado detrás del árbol tratando de no despertar a su hermanita que la tiene en los brazos y decido tomar lugar a su lado. Nos quedamos en silencio mirando la fogata brillante que me da la oportunidad de verle ese perfil a la perfección. La luz intensa hace notar la sonrisa de Melody y Karina del otro lado, parece que están hablando de algo divertido y el brinco en mi corazón me pone energética al verlas de esa manera.