•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐢́𝐀• || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 16

Misma sangre diferente persona

—¿Quién es Yahir? — pregunta mi mamá comiendo su rodaja de zanahoria cocida.

Mis nervios aumentan al grado de que las manos me suden, es más, no debo porqué preocuparme, ellas nunca lo sabrán si dejo guardadas las palabras.

—Era un amigo que conocí el día del campamento.

—Sí, era demasiado guapo y muy caballeroso lo hubieras visto ese día.

Agrega Elizabeth emocionada como si estuviera contando el chisme más grande de la historia con esos ojos cafés oscuros titilantes.

Sí, que sus ojos se parecen a los míos.

Me propongo a solo comer. La presión en el estómago aparece al escuchar las palabras lindas para describir a una persona egoísta, manipuladora e impulsiva. Uno que trato de golpearme cuando nunca lo creí capaz.

Por hoy es preferible contarles lo que hice para sobrevivir. Desde esconder el secreto de la muerte de los señores Bent hasta el hombre que maté en la carretera. Es como una piedra en el zapato que la dejo ahí porque no tengo tiempo de quitarla, es preferible dejarla aunque duela.

Miro la crema y las pequeñas rodajas de verduras que lo acompañan.

—¿Hace cuánto están aquí?— pregunto al instante viendo las arrugas que rodean los ojos de mi madre para tener una concentración.

—Desde el principio. Nos encontramos con Deanna en el camino apenas cuando logramos escapar de Atlanta. Tu padre no dudo en huir —asiento metiéndome una cucharada de crema a la boca aún preocupada por él—Hija...— se limpia los labios rosados y delgados con la servilleta de tela —Puede que no sea el momento para decirlo, pero me preocupa el grupo en el que estás. Quiero que te vengas con nosotros, por favor.

Aprieto mis labios pensando una excusa porque todavía no quiero separarme del grupo, no cuando acabamos de llegar y apenas podemos confiar en Deanna y Aarón. Me alegra tener a mi familia de regreso, pero dejar a los otros así de rápido es difícil. Puedo sentir su presión en mí cuando me toma mi mano que descansa sobre la mesa a un costado de mi plato.

—No puedo.

Ella arruga al instante la frente desconcertada por mi respuesta y aparta cualquier contacto físico. Trago saliva al ver esa dolorosa expresión.

En el mundo de antes jamás le había contestado, sin embargo, papá y ella peleaban constantemente cuando sus días de descanso coincidían. Me pregunto si ese punto se ha desvanecido.

—¿No puedes o no quieres? ¿Ellos te lo prohíben?

—No— digo en automático antes de que se haga malos ideales de mis amigos. Ellos no harían eso—Sé que son mi familia y los quiero, estoy feliz de que estén aquí conmigo, pero ellos también lo son —trato de verme apacible —Deja que Rick pueda confiar en esta comunidad y te aseguro que me vendré a vivir contigo. Solo dale tiempo.

Miro a mi hermana para ver su atracción, pero al parecer no está tan urgida por tenerme con ella como se encuentra mi mamá. La chica al verme solo siente estando de acuerdo y sigue comiendo.

—No porque estuviste sobreviviendo con ellos significa que los consideres tu familia — trata de no enfadarse y toma aire por la nariz para sonar relajada, pues no quiere enojarse tan rápido conmigo —Ellos solo querían a más para poder sobrevivir. No los conoces. Son apenas unos conocidos que estuviste durmiendo y comiendo, nada más.