CAPITULO 12

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Parecido a un arcoiris

Me levanto de la tierra adolorida de los brazos. Cierro los ojos solo por un momento para pedirme a gritos que me levante de una vez. Melody camina a mí cuando se percata que he despertado y me extiende unas nueces como desayuno en son de burla.

—Te traje el desayuno a la cama— bromea y ruedo los ojos por su mal chiste.

Bajo mis ojos agotados a las nueces. Son las mismas que ha guardado en su bolsillo desde hace días, solo que esta vez están un poco peladas gracias a la humedad que se generó por culpa de la lluvia. Solo tomo tres, pero nunca me las como. Las guardo en el bolsillo de mi pantalón para que ella no se sienta mal por rechazarle el “desayuno”. A este paso incluso he llegado a odiar las nueces. Mi boca ya no puede más con ellas.

La tranquilidad ha regresado junto con la luz del nuevo día soleado. Observo la puerta recordando la terrible noche de ayer. Acostumbro a mis ojos a la extraña y brillante luz que ilumina todo el lugar, los rayos del sol quieren atravesar los muros de madera que nos protegen de cualquier cosa.

Miro a mi alrededor verificando si todos están despiertos, la mayoría limpia sus armas para prepararse a partir. Me levanto y tomo el cinturón de armas que deje sobre la paja, me lo coloco alrededor de la cintura mientras camino a Carl y Michonne que platican muy cómodos.

—Los brazos me duelen— me quejo sacando los cuchillos para limpiar la sangre seca con el agua que recolectamos ayer.

Michonne ríe mientras limpia su catana con un trapo que posiblemente es una tira de cualquier playera que uno de nosotros trae. Puedo aceptar que se burle de mí. A estas alturas ni eso puede molestarme.

Continuo limpiando mis armas en silencio con otro pedazo de tela que ella me ha ofrecido. Saco mi arma y la dejo sobre la mesa de madera junto con las demás para que no se me olvide limpiarla al final, Carl la toma después de terminar con la suya y sonrío aliviada de que la limpie por mí, pues soy pésima cuando se trata con cualquier cosa que tenga que ver con armas de fuego.

—¿Desde cuándo no limpias tus cuchillos? —Noah cuestiona mientras observa como batallo para quitar la sangre seca. Toma el otro y lo examina con asco.

Carl y Michonne se le quedan viendo a los demás cuchillos sucios que me sobran limpiar para verificar si es tan malo como lo expresa el chico. Alzo los hombros al no tener respuesta.

—Jennette jamás limpia sus cuchillos— me molesta Melody tomando uno y lo juega—Mi amiga es buena luchando, pero para limpiar —chasquea la lengua —Tienes que llevarla de la mano.

Empiezo a reír con esfuerzo después de dejar impecable uno. Se lo presumo con una sonrisa de oreja a oreja y Noah termina por reír orgulloso de mí.

—¡Guau! Que gran esfuerzo, pero te faltan tres.

Hago un puchero de pereza y tomo otro para continuar. La puerta del granero se abre provocando un rechinido tan agudo que llama la atención de todos. Levanto la cabeza para avisar la vista en Maggie que es la que entra primero, atrás de ella un hombre junto con Sasha.

Al momento que vemos el rostro nuevo masculino nos alarmamos y Melody lo apunta tan rápido que no me da tiempo de decidir qué hacer. Tomo mis cuchillos sin importarme que queden dos sucios todavía y los guardo en mi cinturón. Carl me extiende el arma en un movimiento rápido y la tomo entre mis manos. Camino a lado de Noah para ver mejor al hombre, el chico lo apunta con el rifle que ha llevado a todos lados desde que es parte del grupo.

•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐢́𝐀• || CARL GRIMES || [TWD]                 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora