•𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐅𝐢́𝐀• || CARL GRIMES || [TWD]

CAPITULO 2

El antes

Los disparos empiezan a escucharse cada vez más fuertes cada vez más cerca del vagón ahuyentando los gritos de las otras personas solo por un segundo. Solo retrocedo un paso para ver a detalle el material que está hecho aquella puerta que nos impide ver lo ocurrido. Giro mi cabeza a los demás y con un ojeo noto que Carl le da el trozo de madera a Maggie.

La puerta es recorrida rápidamente por alguien del exterior. El retumbo que se contagia hacia mi cuerpo me hace sobresaltar. Una ola de humo gris cenizo abarca la mayor parte de mi panorama a causa del fuego muy cerca de aquí, puedo notarlo porque también el olor es notorio con más facilidad. Entrecierro los ojos para acostumbrarme a la brillante luz del día. Mi cuerpo se impulsa hacia adelante sin pensarlo dos veces luego de ver a mis amigos con armas disparando a cualquier dirección. Rick se gira hábilmente y dispara a dirección opuesta a la que nos encontramos.

—¡Vamos! ¡No se separen!

Ordena en grito a lo que nos confirma que estamos en una situación peligrosa. Mi corazón se agita tan rápido como vuelvo a la acción. Choco con el cuerpo de Glenn y me ordena que corra mientras empuja mi hombro hacia adelante de lado contrario por donde vienen los caminantes. Daryl está en la esquina del vagón cubriendo a Rick rápidamente mis ojos oscuros buscan como un escáner algunas heridas.  Busco a Iván, pero no tengo todo el tiempo del mundo. Los caminantes se acercan a nosotros.

Eso responde la pregunta de los disparos que estaban sonando todo este tiempo.

Maggie me toca la playera para correr a su dirección. Muevo la navaja veloz gracias a la adrenalina que me recorre por todo el cuerpo. Mato a cada caminante que se interponga en mi camino para dar accesos a mi propio camino. Carl empuja a un caminante al suelo y Melody se arquea para matarlo antes de que se levante.

Todo es un caos total a nuestro alrededor. Los patios son diferentes a la última vez que los vimos. La comunidad se está hundiendo.

Entre más aceleramos el paso, más luchamos contra los monstruos. Los cuerpos que caen gracias a Abraham y Rosita son un obstáculo para los que vamos detrás de ellos, así que tenemos que brincarlos. El hombre pelirrojo nos guía directo a las rejillas que separan al bosque y el patio de este lugar.

Nuestra libertad está cerca.

Un caminante camina en dirección a Karina, no se da cuenta porque le presta atención al que está de lado izquierdo, así que me apresuro a correr   a él y lo tomo de la camisa alejándolo de ella, le entierro la navaja y dejo caer el cuerpo directo al suelo mientras jadeo de cansancio. El dolor por falta de aire empieza a presentarse y lo mucho que puedo hacer es ignorarlo.  Empujo a otro que camina a mí dirección y Daryl termina matándolo. Al darme cuenta de que el gruñido de otro suena tan cerca, me doy vuelta.  No me da tiempo de levantar el brazo para defenderme, este toma la manga de la delgada playera, entonces me alejo, sin embargo, sus dedos se aferran a la tela provocando un rasgo leve por la parte del hombro y siento de inmediato el aire caliente chocar con mi piel húmeda gracias al sudor. Tomo del cuello al monstruo para que no se acerque tanto a mí y alguien lo mata por detrás resultando que la sangre salpique por todos lados. Bob mira el cuerpo y muevo un poco la cabeza para darle las gracias. Continuamos corriendo a los demás como si tuviéramos alas en los pies. Iván mueve la mano para que me dé prisa, pero hago mi mayor esfuerzo para correr y percatarme de mis alrededores a la vez.

—¡Por aquí! —Rosita grita desde la reja.

Solo estamos a unos pasos de estar a salvo de estas personas.