Alessandro D'angelo
Matrimonio es de lo que he estado huyendo. Y ahora debo de casarme si quiero ser el único dueño y jefe de industrias D'Angelo. Recordar la sonrisa engreída de mi primo me enfurece más, golpeó con fuerza el volante imaginándome su cara.
Sé que no se quedará de brazos cruzados algo hará, además lo tiene todo a su favor él tiene novia así que no dudo que ya se estén casando. A pero, ahora que lo recuerdo él la había engañado y ella está furiosa hasta le pidió un tiempo, no creo que pueda casarse sin antes solucionar las cosas con Triana. Mi primo es un idiota.Perdido en mis pensamientos escucho el celular sonar debe de ser Lía. Si no contesto seguirá insistiendo y lo sé muy bien porque es mi hermana y porque ya me lo ha hecho muchas veces.
- Lía no es un buen momento estoy al volante.
- No pienso colgar así que tendrás que estacionarte - pongo los ojos en blanco tan mandona como mi madre, pero hago lo que me dice.
- Ya ahora dime qué quieres -
- No lo digas así como si te estuviera molestando -
- Ya Lía no des tanta vuelta y dime qué quieres -
- Solo quiero saber cómo te encuentras, sé que la cláusula de nuestro abuelo no fue de tu agrado - claro que no lo fue, que haré.
- Estoy bien Lía no te preocupes solo quiero estar unos momentos a solas si, mañana iré a verlos cuando ya esté más tranquilo, ¿de acuerdo? -
- Está bien hermanito - justo que iba a reclamarle corta, odio que me diga hermanito oh Alex y no me pregunten el porque solo no me gusta y ya.
Pongo el auto en marcha, mezclandome al terrible tráfico de Florida no suele ser tan malo pero hoy todo está encontrá mío, la casa está a las afueras así que tardaré en llegar y el calor es sofocante. ¿Qué más me puede pasar?
Porque dije esas palabras, una mujer se atraviesa justo en frente, creo que no llegue a presionar a tiempo los frenos, ruego a Dios que este bien, que no le haya pasado nada con todos los problemas que tengo y ahora atropellar a una persona ya es demasiado yo solo me meto en problemas. Bajo del coche a toda prisa y me dirijo hacia ella, la encuentro estendida en el suelo.- Señorita se encuentra bien - me estiende la mano para que la ayude a levantarse, lo hago. Parece que todo está bien, no tiene ninguna herida -¿Estás bien? -
- Creo que si, deberías de tener más cuidado acaso no viste el semáforo en rojo de seguro que venías con el celular en mano - niego con la cabeza, estoy seguro que el semáforo no estaba en rojo.
- Te estás equivocando se perfectamente que no estaba en rojo y lo aseguro porque no venía con el celular en mano - los bosinasos de conductores enojados me recuerda que estamos en medio de la carretera - Dime a dónde te llevo antes de que comiencen a llamar a la policía -
- No lo sé - Dice triste y comienza a mirar hacia todos lados.
- Vamos sube - abro la puerta del copiloto parece dudar un momento pero al fin sube.
Vuelvo al tráfico esta vez ya estoy más cerca de mi casa, se encuentra a las afueras enfrente de la playa. A veces extraño Italia pero cuando mis pies tocan la arena, el agua chocando por mis tobillos se me olvida, siempre me ha gustado la playa. Desde que tengo quince años y Lía trece hemos estado aquí, algun día volveré a Italia pero a establecerme allí porque una oh dos veces al mes suelo ir por las empresa que se encuentra allí.
- Y entonces... ¿Como te llamas? - centro mi mirada en ella, es una mujer hermosa y tiene unos ojos cafés realmente cautivadores.
- Alessandro D'Angelo, siento mucho lo que sucedió apareciste de repente que no supe cómo detenerme -
- Tranquilo estoy bien no me sucedió nada y soy Alana Samuels - sonrió y me devuelve la sonrisa.
- Pues hemos llegado Alana - observa por la ventanilla maravillada por la vista, es espectacular.
- Vives aquí, no lo puedo creer debes de tener una hermosa vista de la playa y ni hablemos del atardecer - sonrió, es verdad vivir aquí es maravilloso.
Ambos bajamos del auto, ella se dirige corriendo hacia la playa, con paso lento la sigo. En toda mi vida no había visto a una mujer así, que pareciera una niña que va corriendo hacia la playa sin importarle si alguien la está viendo, y lo más raro es que me gusta verla así, feliz. Es un aire fresco, algo bueno que me sucede en este día aunque casi la atropello y en estos momentos podríamos estar en el hospital y no aquí. Pero gracias a Dios no sucedió nada grave.
- Ven aquí el agua está espectacular -
- Seguro que si, ¿Ya habías venido antes a la playa? - mi pregunta es estúpida, quién vive en Florida conocen perfectamente la playa.
- Claro que si - obvio, que viniera corriendo hacia aquí como si nunca lo hubiera conocido no significa que no lo haya hecho, que estúpido Alessandro.
- Seguro - de repente comienza a quitarse la ropa, quedándose en ropa interior aunque la vista no es para nada mala, su cuerpo es sexy. No sé qué piensa hacer.
- ¿Que estás haciendo? -
- No es obvio voy a nadar y tú deberías hacer lo mismo - claro que no, esta loca si cree que lo haré.
- Si te das cuenta que no, nos conocemos, aceptas venir conmigo y luego decides quitarte la ropa, ¿segura que no te golpeaste la cabeza? - frunce el ceño.
- Cien por ciento segura que no me sucedió nada, y ya nos estamos conociendo no - se aleja más de mí, adentrándose al agua.
- Te parece que nos estamos conociendo, que rara forma - grito para que me oiga y creo que lo hace porque se ríe.
- Todo en la vida es raro y es mejor así - responde sonriente - Vamos Ale entra que el agua está linda - me acaba de llamar ¿Ale? -
- No me digas Ale, soy Alessandro -
- Si sigues así te volverás viejo antes de tiempo, Ale -
Hace solo un momento me parecía una buena compañía, ahora solo quiero ahogarla por unos minutos. Quién se cree para decirme que hacer y además decirme que pronto seré viejo oh para llamarme Ale, cuando mi nombre es Alessandro.
- Cuando decidas salir de allí, me búscas - volteo y comienzo a caminar hacia mi casa, pero a mis espaldas oigo su risa. Esta mujer hace que me cabree con tan solo unas pocas palabras.
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio por Conveniencia
RomanceAlessandro D'Angelo, es un hombre de negocios, decidido, seguro de sí mismo. A lo único que teme es al matrimonio. Alana Samuels, es una mujer segura y decidida. Pero cuando recibe una llamada informando el accidente de sus padres y luego unos homb...