Matrimonio por Conveniencia

Capítulo 33

Alessandro D'angelo

Dos semanas después:

Salir de aquellas cuatro paredes para venir y encontrarme con una maldita carta que no me explica nada, no era lo que tenía pensado.

Le confesé mis sentimientos y que hace ella, sale huyendo como una criminal, y aún no logro descifrar cuál ha sido el crimen. ¿Es que acaso hice algo mal?, dijo que me había perdonado o es que no. Porque carajos te fuiste Alana. Vuelvo a releer la carta que tengo entre mis manos;

Alessandro:

En estos días no hemos estado bien, pero hoy cuando te vi, te perdoné. No me busques, quiero estar sola, lejos de todo y como te lo dije cuando salí del hospital todo lo que había entre nosotros se terminó. Prometo que cuando tenga el dinero suficiente te devolveré lo que pagaste para librar el restaurante de las deudas. Te agradezco lo que has hecho por mí, pero ya no seguiré, perdón.

                                 ALANA

Me siento traicionado, abandonado muchas emociones que chocan, ¿Qué sucede contigo, Alana?, porque te fuiste sin explicármelo. Recuerdo la última vez que la vi, no sé cómo consiguió convencer al oficial para dejarla entrar ya no eran horas de visitas.

Su estado, comportamiento no eran normales en ellas, cuando se lo confesé empezó a llorar y no entiendo porque y antes de salir corriendo no dejaba de pedir disculpas, ¿Por qué?

— Alessandro D'angelo ha sido abandonado semanas antes de su  boda, ¿Qué sucedió?,  ¿Acaso Alana Samuels no lo amaba?,   ¿Será verdad el rumor que anda circulando, Alana Samuels tiene un amante razón por la cual terminó su compromiso con Alessandro D'angelo?, esto y otros interrogantes más se hac…..

– Apaga esa maldita mierda — espeto furioso apagando el televisor y tirando el control contra la pared, haciéndose añicos.

– He tranquilo he — pide Lía levantando las manos en señal de rendición – que no lo hacía para molestarte — se defiende.

– ¿Qué haces aquí?, te pedí que te fueras quiero estar solo — es que no puedo asimilar en soledad que Alana me haya dejado.

– Alana no te dejaría solo — comenta – cuando te emborrachaste tanto e hiciste desastre aquí en la sala la llamé, vino y le dije que no era seguro que estuviera a solas contigo en tu estado, sin embargo, ella no me dio importancia y fue contigo,  yo tuve miedo de ti y me di cuenta que fue un error como ella me lo dijo eres mi hermano jamás me harías daño, así que no cometeré el mismo error estaré aquí para ti — concluye. No sabía nada de eso y me sorprende la confesión de mi hermana, no pensé que podría llegar a tenerme miedo.

Relajo mi expresión y me acerco a ella que está sentada en un sofá en la sala – Lía yo jamás te haría daño y disculpa si una vez hice algo que te hizo creer que lo haría porque no, eres mi hermanita pequeña jamás podría dañarte — se levanta acortando la distancia entre ambos y me abraza, le devuelvo el abrazo.