Capítulo 2

3.8K 135 1
                                    

Alana Samuels


La verdad no puedo creer lo que está sucediendo conmigo. Primero esos hombres que llegaron a mí restaurante cobrándome una deuda de mis padres que no tenía la más mínima idea, y claro que no la tendría mis padres no me lo hubieran dicho para no preocuparme. Pero ahora es peor porque tengo que pagar todo de golpe y ahí no termina todo, no. Ahora no tengo donde vivir, no tengo trabajo estoy en banca rota.

Extraño a mis padres, hace dos meses que sucedió ese terrible accidente, todavía es muy reciente. Quién se hubiera imaginado que un borracho se estrellara contra ellos y no pudieron hacer nada. Cuando me llamaron de la cruz roja, quedé en shock, mis padres eran un poco irresponsables, si, pero eran buenos, eran mis compañeros, y en estos momentos quisiera que estuvieran conmigo para aconsejarme, para que me digan que debo hacer.

Aunque ahora lo primero es salir de estas hermosa agua e ir a ver a ese hombre que no se quiso meter conmigo, con decirles que casi bueno me atropello pero no me sucedió nada. Si lo supiera Jane daría el grito al cielo. Jane tenía que ir a verla, estará preocupada por mí. Camino rápidamente hacia la salida Alessandro me prestara su celular para informarle que me encuentro bien. Porque no cualquier persona conoce bien a mí mejor amiga que yo, y sé que en estos momentos podría estar yendo a la policía, no es una exageración pero ella es así.

La casa de Alessandro es muy bonita, el jardín es grande y tan lleno de distintos tipos de plantas pero de seguro que alguien se encarga porque a él no lo veo haciendo nada de todo esto. Ya habrá tiempo para observar mejor la casa ahora lo importante es llamar a Jane. Entro sin tocar ya que la puerta está abierta.

- Alessandro ¿estás aquí? – claro que debe de estar por aquí no creo que me deje sola y ya.

- Te tardaste – volteo y está vez me tomo el tiempo para observarlo. Es el hombre más guapo que he visto, y su traje que está hecho a la medida resalta sus músculos, seguro que estoy babeando, pero no puedo enviarlo.

- Si... Es que estaba lindo allí – asiente.

- ¿Quieres algo de beber oh comer? – comida, hoy en la mañana ni siquiera desayuné por estar pensando en todos los problemas que tengo.

- Si algo de comer estaría bien.

- Ok solo te ofrezco un sándwich es lo más rápido y lo único que se hacer – me río de él, claro también alguien debe de hacer eso por él.

- Si no importa – lo importante es comer algo y listo.

Mientras él se dirige a donde debe ser la cocina, observó todo a mi alrededor. Su casa es muy grande y la decoración no es extravagante como creí que sería, más bien es simple, sencillo, me siento muy cómoda aquí. Observó algunas fotografías, casi todas de ellas está una chica joven, bonita, junto a Alessandro y son muy parecidos deben de ser hermanos, hay otra dónde hay dos niños,  a él le faltan algunos dientes lo cual lo hace ver chistoso. Desde muy chico este hombre es hermoso.

- Aquí está tu sándwich – aparece con dos platos que contienes sándwiches, de solo verlo mi estómago ruge. Tomo el que me pasa y me siento en el primer sillón que encuentro, con el hambre que tengo no me importa que me este observando.

- ¿Por que no quisiste entrar a la playa conmigo? – levanta su vista del plato y se centra en mí.

- No estoy como para comportarme como un niño – sus palabras parecieran estar dirigidas hacia mi.

- Significa que eres un amargado – su expresión me causa risa a lo cual me fulmina con la mirada, parece que por cualquier cosa se cabrea.

Matrimonio por ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora