Capítulo 6

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Alessandro D'angelo



Todos las miradas están centradas en nosotros, algunas disimuladas otras no tanto. Me gustaría decir que estoy dichoso pero no, porque lo único que están haciendo estas personas es criticarla y eso no me agrada para nada, Alana es mil veces mejor que todos los que se encuentran aquí.

Visualizo a mi madre acercarse junto a Lía mí hermana.

– Hola hijo los estábamos esperando, ella debe de ser Alana — asiento

– Te la presento Alana ella es mi madre Margaret, madre ella es mi novia bueno mi prometida Alana —

– Mucho gusto cariño no sabes cuánto he soñado con este día — pongo los ojos en blanco.

– El gusto es mío señora Ale me ha hablado mucho sobre usted — responde Alana nerviosa.

– ¿Ale? Debes de ser alguien muy especial para mi hermanito para que te deje decirlo así — Alana se encoge de hombros.

– Cuántas veces quieres que te repita que no me digas hermanito — espeto, está no me da importancia y se acerca a Alana abrazándola.

– ¿Que fue lo que hiciste para que te deje llamarlo así? — le cuestiona mí hermana.

– Creo que nada — contesta tímida.

– Oh perdona soy Lía por cierto —

– Alana mucho gusto —

– Bueno vayamos al comedor la cena ya está servida y Alana no me digas señora  solo dime Margaret — creo que se están por llevar muy bien y espero que así sea.

Es la hora de la cena y claro que mí padre hará un maldito brindis.

– Quiero hacer un brindis por mi hijo, jamás pensé que llegaría este día... — hace una pausa y me observa – todos saben que hoy estamos celebrando el compromiso de mi hijo Alessandro y su novia Alana, a la cual le damos la bienvenida a la familia y espero que no se arrepiente de casarse con este hijo mío — todos ríen de su comentario – Pero me alegro mucho por ustedes, salud —  Mi madre me sonríe nostálgica, le devuelvo la sonrisa.

– ¿Dentro de cuánto será la boda? — como no, tenía que ser Lía. Nos miran espectantes, Alana que se encuentra junto a mí no sabe que decir y yo bueno suelto lo primero que se me viene a la mente.

– Será dentro tres meses — algunos aplauden, otros nos miran interrogativos.

– ¿Por qué tanga prisa hermanito, o es que acaso están esperando un pequeño Alessandro?  — fulminó con la mirada a Lía. Alana se atraganta con la comida, la ayudo pasándole un vaso con agua.

– Perdón — dice apenada.

– Tranquila — digo – y no Lía no es por eso —

– No le hagas caso a tu hermana — pide mí madre – y Alana no te preocupes nosotras te ayudaremos para que dentro de tres meses puedan casarse —

– Se los agradecería — tomo la mano de Alana y beso su dorso. Mi padre mirada detenidamente mí gesto.

La cena concluyó con una y que otras preguntas más, las tonterías de mí hermana pero solo eso. Como Lía no se ha despegado de Alana  decidí dejarlas solas, sé que está en buenas manos. Ahora lo que quiero saber es ¿Dónde está mi primito? Por el rabillo del ojo veo a mi padre acercarse.

–¿Todo bien? — asiento - Al parecer tu prometida le ha caído muy bien a la familia hasta incluso tu tía Alma está maravillada con ella — sonrió.

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